Enel anunció que solicitará formalmente a la Comisión Nacional de Energía (CNE) adelantar el cierre de las centrales termoeléctricas Bocamina I y II, en Coronel.
La compañía informó que cesará la operación de Bocamina I a más tardar el 31 de diciembre, mientras que Bocamina II culminaría sus funciones a más tardar el 31 de mayo del 2022.
De esa manera, Enel adelanta el cierre comprometido de estas centrales en el Plan Nacional de Descarbonización en tres años, en el caso de Bocamina I, y 18 años en el caso de Bocamina II, cuyo cierre estaba programado para 2040.
El gerente general de Enel Chile, Paolo Pallotti, explicó que “hemos llevado adelante un proceso para acelerar una transición energética justa hacia una matriz más eficiente, económica y limpia, capaz de sostener el desarrollo del país y, a la vez, reducir su impacto sobre su entorno y el clima”.
“Con esta decisión somos la primera compañía chilena en dejar de generar con carbón, lo que tiene beneficios desde los puntos de vista ambiental, económico y social”, añadió el gerente de Enel Generación Chile, Michele Siciliano.
Con respecto a los trabajadores de la empresa, Enel anunció un plan de reubicación similar al que llevó adelante en la Central Tarapacá, en diciembre pasado.
El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, valoró la decisión de Enel: “Este cierre anticipado está en línea con los esfuerzos del Gobierno de avanzar decididamente hacia una matriz de generación más limpia y menos contaminante”, aseguró.
La compañía informó que cesará la operación de Bocamina I a más tardar el 31 de diciembre, mientras que Bocamina II culminaría sus funciones a más tardar el 31 de mayo del 2022.
De esa manera, Enel adelanta el cierre comprometido de estas centrales en el Plan Nacional de Descarbonización en tres años, en el caso de Bocamina I, y 18 años en el caso de Bocamina II, cuyo cierre estaba programado para 2040.
El gerente general de Enel Chile, Paolo Pallotti, explicó que “hemos llevado adelante un proceso para acelerar una transición energética justa hacia una matriz más eficiente, económica y limpia, capaz de sostener el desarrollo del país y, a la vez, reducir su impacto sobre su entorno y el clima”.
“Con esta decisión somos la primera compañía chilena en dejar de generar con carbón, lo que tiene beneficios desde los puntos de vista ambiental, económico y social”, añadió el gerente de Enel Generación Chile, Michele Siciliano.
Con respecto a los trabajadores de la empresa, Enel anunció un plan de reubicación similar al que llevó adelante en la Central Tarapacá, en diciembre pasado.
El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, valoró la decisión de Enel: “Este cierre anticipado está en línea con los esfuerzos del Gobierno de avanzar decididamente hacia una matriz de generación más limpia y menos contaminante”, aseguró.
