Las olas producto del tsunami producido el año pasado en la región de Coquimbo llegaron de manera más rápida a la zona costeras que aquellas producidas tras el terremoto de 2010 en el sur de nuestro país. Este es uno de los datos entregados por el estudio realizado y dado a conocer por el Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres (Cigiden), que investigó la situación que sufrió la zona entre Chañaral y Valparaíso tras el terremoto del pasado 16 de septiembre de 2015.

Rafael Aránguiz, investigador asociado al Cigiden que lideró el estudio, detalló que “este terremoto en Illapel provocó un tsunami que llegó a las zonas costeras más cercanas de forma muy rápida, dentro de unos minutos de iniciado el evento. Algunos testigos cuentan que las olas ingresaron a sus pueblos inmediatamente después del sismo”.

Agregó que en las pequeñas caletas afectadas que se ubican frente a la zona donde se registró el epicentro, los habitantes tuvieron entre 4 minutos y 12 minutos para evacuar.

Rodrigo Cienfuegos, académico de Ingeniería UC y director de Cigiden, añadió que “esta información fue contrastada con simulaciones matemáticas realizadas por el equipo de trabajo, que confirman el breve tiempo disponible antes del arribo de las primeras olas”.

EL RELOJ DE LAS 8:06

El investigador informó que la Armada de Chile halló un reloj en Totoral que estaba detenido a las 8:06 PM, posiblemente producto de las inundaciones por el tsunami, es decir sólo 12 minutos después del terremoto que se registró a las 19:54 horas. Aunque aclaró que no hay que descartar las posibles dudas sobre la precisión del reloj.

Los responsables del estudio explican que la hora de llegada del último tsunami en el norte fue generada principalmente por la profundidad, la morfología costera y las características del deslizamiento del terremoto, a diferencia de los eventos ocurridos en Maule el 2010 y en Pisagua el 2014.

Patricio Catalán, investigador del Cigiden, afirmó que “la catástrofe de 2015 es comparable a la de Pisagua en términos de magnitud, pero difieren en los tsunamis registrados. Modelos sísmicos sugieren que el terremoto de Illapel, ocurrido a profundidades mucho más superficiales en relación al sismo de 2014, aumenta la amplitud inicial del tsunami”.

Los expertos valoraron el aprendizaje de la población para enfrentar el último evento, así como la autoevacuación de los habitantes de las zonas afectadas, considerando que la Onemi declaró la alerta de tsunami 11 minutos después de ocurrido el terremoto.