A nivel local la situación es bastante compleja, y de eso da cuenta un nuevo estudio, el cual concluyó que existe una directa relación entre el excesivo uso del celular y el promedio de notas de los alumnos.
Como consigna radio BioBio, la investigación consideró entrevistas a 300 estudiantes de entre 10 y 18 años y a sus apoderados, y estuvo dirigido por los académicos de la Universidad de los Andes, Ricardo Leiva y David Kimber.
“Existe una alta correlación negativa, muy significativa, entre el número de horas de uso del celular y el promedio de notas. El celular es el aparato tecnológico más distractivo que se ha inventado, y los propios escolares reconocen que la adicción a este dispositivo los lleva a bajar las calificaciones”, expresó Leiva.
En el estudio, el 87% de los niños encuestados dijo que lleva su teléfono a la escuela todos los días y que el 71% lo usa dentro de la sala de clases.
A ello agregó, que “seis de cada 10 niños reconocen que el celular ha afectado su rendimiento escolar, de alguna forma o mucho”.
De igual modo, los resultados de la investigación muestran importantes diferencias, entre ellas en lo socioeconómico. “La edad promedio de recepción del primer celular en el grupo ABC1 fue 10,6 años. En cambio, en el grupo C2 fue de 9,4 años y en el grupo C3-D fue de 10,9 años”, enfatizó Kimber en un artículo que replica radio BioBio.
El académico también remarcó que los menores “bajan hasta tres décimas sus notas por cada hora de uso de la pantalla brillante”.
En tanto, Andrea Aguirre, psiquiatra infantil de la Clínica UANDES, dijo que también esto conlleva “consecuencias neurológicas”.
“Durante los primeros años de aprendizaje, los niños ejercitan varias habilidades en una sola actividad. Tocan, sienten, huelen, interactúan socialmente, lo que el celular no permite. Además, influye en el dormir, ya que la iluminación de las pantallas altera el equilibrio de la melatonina, hormona natural que activa el sueño”, indicó.