Una prueba clínica realizada en Estados Unidos encontró que las personas tratadas intensamente por hipertensión tenían menos probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve, que se desarrolla en una primera etapa de la enfermedad de Alzheimer.
La historia de la lucha contra el Alzheimer está llena de esperanzas y decepciones, por lo que los resultados del estudio “Sprint Mind” publicado en la revista de la American Medical Association (Jama), deberían ser tomados con cautela.
Pero la cantidad de participantes en la investigación y la buena calidad estadística de sus resultados, dan relevancia al estudio, el primero en descubrir una forma de prevenir problemas de memoria o concentración en las personas mayores.
“Es el primer ensayo que demuestra una estrategia eficaz para la prevención de los déficits cognitivos relacionados con la edad”, señaló Kristine Yaffe, especialista en enfermedades neurodegenerativas de la Universidad de California, en San Francisco, en un editorial publicado por separado.
La prueba involucró a más de 9.000 adultos mayores de 50 años con hipertensión. La mitad recibió tratamiento para reducir la presión sistólica a menos de 140 mmHg (milímetros de mercurio), y la otra mitad a menos de 120 mmHg, un objetivo más ambicioso.
Después de un seguimiento aproximado de cinco años, los médicos no observaron ninguna diferencia entre los dos grupos en una medida de “demencia probable”.
Sin embargo, el grupo con tratamiento intensivo tuvo significativamente menos “deterioro cognitivo leve”.
Un deterioro cognitivo leve es una etapa que incluye, según la Asociación de Alzheimer, dificultades obvias para encontrar la palabra o el nombre correcto, dificultad para recordar los nombres de las personas que se han encontrado recientemente u olvidar algo inmediatamente después haberlo leído.
Todas las personas que padecen Alzeimer han pasado por esta etapa, pero no todas las personas con deterioro cognitivo leve desarrollan Alzheimer.
Dado que el estudio no es concluyente en que el tratamiento de la hipertensión prevendría el Alzheimer, la asociación financiará una extensión del estudio de dos años para continuar la evaluación de los pacientes.
La historia de la lucha contra el Alzheimer está llena de esperanzas y decepciones, por lo que los resultados del estudio “Sprint Mind” publicado en la revista de la American Medical Association (Jama), deberían ser tomados con cautela.
Pero la cantidad de participantes en la investigación y la buena calidad estadística de sus resultados, dan relevancia al estudio, el primero en descubrir una forma de prevenir problemas de memoria o concentración en las personas mayores.
“Es el primer ensayo que demuestra una estrategia eficaz para la prevención de los déficits cognitivos relacionados con la edad”, señaló Kristine Yaffe, especialista en enfermedades neurodegenerativas de la Universidad de California, en San Francisco, en un editorial publicado por separado.
La prueba involucró a más de 9.000 adultos mayores de 50 años con hipertensión. La mitad recibió tratamiento para reducir la presión sistólica a menos de 140 mmHg (milímetros de mercurio), y la otra mitad a menos de 120 mmHg, un objetivo más ambicioso.
Después de un seguimiento aproximado de cinco años, los médicos no observaron ninguna diferencia entre los dos grupos en una medida de “demencia probable”.
Sin embargo, el grupo con tratamiento intensivo tuvo significativamente menos “deterioro cognitivo leve”.
Un deterioro cognitivo leve es una etapa que incluye, según la Asociación de Alzheimer, dificultades obvias para encontrar la palabra o el nombre correcto, dificultad para recordar los nombres de las personas que se han encontrado recientemente u olvidar algo inmediatamente después haberlo leído.
Todas las personas que padecen Alzeimer han pasado por esta etapa, pero no todas las personas con deterioro cognitivo leve desarrollan Alzheimer.
Dado que el estudio no es concluyente en que el tratamiento de la hipertensión prevendría el Alzheimer, la asociación financiará una extensión del estudio de dos años para continuar la evaluación de los pacientes.