Según un artículo difundido este domingo por el diario El Mercurio, el último peritaje ordenado por el ministro (juez especial) que sustancia el caso, Alejandro Madrid, descartó que el exmandatario haya sido infectado.
“El estudio proteómico es compatible con una muerte por un ‘shock’ séptico. No hay presencia de sustancias tóxicas que, por su naturaleza o concentraciones, hayan podido tener relevancia en la muerte de Frei”, señala parte del informe del tanatólogo español reproducido por el periódico chileno.
Aurelio Luna, trabajó coordinadamente con el médico legista y master en Medicina Forense del Servicio Médico Legal (SML) chileno, Germán Tapia, consiga la publicación.
“Yo creo que lo que publica El Mercurio es, realmente, un abuso de interpretación. Éste es uno de los tantos peritajes y diferentes investigaciones que ha hecho el juez (Alejandro) Madrid”, señaló Carmen Frei, en declaraciones este lunes a radio Cooperativa.
Carmen Frei aseguró que “hay pruebas muy concluyentes de que estamos en presencia de un hecho criminal, en que participaron terceros”.
“Esto es sólo una pericia más después de un proceso larguísimo, (…) entonces, decir que esto es un vuelco… No. Es un peritaje más dentro de muchos otros peritajes que dicen que sí hubo envenenamiento”, resaltó la exlegisladora.
Carmen Frei aseguró haber conversado largamente con el doctor Luna, quien le señaló, después de que se realizó “la segunda exhumación”, a mediados del año pasado, que “lo que quedaba (de los restos) era poco” y, entonces, “era bastante difícil llegar a una conclusión”.
“No hay que olvidarse que en el momento en que muere mi padre entra un equipo de la Clínica de la Universidad Católica -nunca dio autorización la familia ni lo supimos- y le introdujeron inmediatamente ocho litros de formalina, que destruyen cualquier cosa, y después se llevaron todas sus vísceras, que hicieron desaparecer”, recordó Frei.
Carmen Frei aseguró que los productos que introdujeron en el cuerpo de su padre se “vitalizaban y además se potenciaban en contra para desaparecer. Esto fue una conspiración demasiado bien pensada”, enfatizó.
LA CAUSA
La causa de Eduardo Frei Montalva que está caratulada como homicidio, fue reabierta nuevamente por la Corte de Apelaciones de Santiago, el pasado 21 de marzo de 2016 a petición de la exparlamentaria, con el fin de que se realizaran una serie de diligencias.Una de ellas se concretó el 7 de junio de ese mismo año, cuando el magistrado exhumó por segunda vez los restos de Frei Montalva desde el mausoleo familiar situado en el cementerio general.
En diciembre pasado, llegó el informe en el que trabajo en Chile el Servicio Médico Legal, y en un laboratorio español, el experto Luna.
Frei Montalva, fundador de la Democracia Cristiana, gobernó el país entre 1964 y 1970 y murió en circunstancias no aclaradas en enero de 1982, en una clínica de Santiago, tras ser sometido a una cirugía digestiva de menor gravedad.
Su muerte se produjo cuando lideraba una incipiente oposición a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y los avances en la investigación judicial apuntan a un eventual envenenamiento por parte de agentes de la policía secreta del régimen.
La justicia ha procesado y ordenado hasta ahora la detención de seis personas, cuatro de ellas médicos, en calidad de autores, cómplices o encubridores del crimen.
Ellos son Luis Becerra Arancibia, exchofer de Frei Montalva, como autor del referido ilícito; Helmar Rosenberg Gómez y Sergio González Bombardiere, patólogos a cargo de la autopsia al exmandatario, como encubridores del delito y los médicos Patricio Silva Garín, como autor del delito, y Pedro Valdivia Soto, como cómplice del delito.
Además, está acusado Raúl Lillo, exagente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), La Central Nacional de Informaciones (CNI) y la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), como autor del delito.