Según informó La Tercera, las diligencias, que se realizan de forma simultánea en estas cuatro ciudades, apuntan a la incautación de todas las piezas de las investigaciones en poder de la Iglesia.
Entre estas se incluyen denuncias, investigaciones previas y antecedentes entregados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, además de las carpetas de los miembros de la Iglesia involucrados en ilícitos previos a la entrada en vigencia de la Reforma Procesal Penal.
La Tercera afirmó que la acción judicial se basa en que tras requisar información del obispado de Rancagua y el arzobispado de Santiago en la investigación de delitos sexuales cometidos por el ex canciller Óscar Muñoz Toledo, y los posteriores ingresos en la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade) y el obispado Castrense, se llegó a la conclusión de la existencia de delitos de naturaleza sexual cometidos contra menores de edad.
Además, se habrían detectado acciones u omisiones que acreditan la existencia de una cultura de encubrimiento por parte de altos dignatarios de la iglesia.
Y será durante esta misma jornada que Arias cite a declarar, en calidad de imputados como partícipes de los ilícitos indagados en calidad de encubridor, al arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, por el caso Laplagne. Del mismo modo, se buscará revisar su proceder cuando estuvo a cargo del arzobispado de Concepción.
Otra de las autoridades eclesiásticas que estaría imputado es el último obispo de Osorno y ex capellán castrense, Juan Barros. Esto, debido a casos vinculados al mundo militar y por las denuncias que recibió en la diócesis osornina y que no fueron informadas a la autoridad civil.
También se ha imputado al exobispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, por no realizar gestiones tras recibir una carta en que acusaban al padre coreano, Pablo Park, de diversos abusos; al obispo Carlos Pellegrin, de Chillán ,por un caso castrense que no fue judicializado, y al obispo castrense Santiago Silva Retamales, por una situación similar. A ellos se suman casos en cursos contra los prelados Cristián Contreras y Luis Infanti.