Según datos de la ONG, dos tercios de los ecosistemas marinos ya se han visto afectados por el cambio climático y la sobrepesca. Las prácticas pesqueras ilegales son otra de las principales causas de la destrucción de la vida marina.
Un reporte de la organización ambientalista Greenpeace, que se publica al mismo tiempo que se celebra la COP25 en Madrid, expone las graves consecuencias del cambio climático en los océanos y la biodiversidad marina. El informe revela que el colapso del mar debido al uso de combustibles fósiles se está produciendo a una velocidad vertiginosa y a gran escala, ya que altera las funciones de los ecosistemas y provoca el calentamiento del agua, como también el aumento del nivel del mar. “La vida de entre 100 y 300 millones de personas podrían verse amenazadas si la crisis de los océanos continúa a este ritmo”, señala el reporte. “Los impactos más visibles del cambio climático en los océanos se representan claramente en el aumento del nivel del mar por el deshielo de los glaciares o las olas de calor marinas están provocando cambios en ecosistemas costeros. El cambio climático y la pérdida de biodiversidad marina no pueden pensarse y resolverse por separado”, afirmó Estefanía González, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace Andino. Según datos de la ONG, dos tercios de los ecosistemas marinos ya se han visto afectados por el cambio climático y la sobrepesca. Las prácticas pesqueras ilegales son otra de las principales causas de la destrucción de la vida marina: en 2015, el 33% de las poblaciones de peces ya estaba siendo sobreexplotado hasta niveles insostenibles y un 60% había alcanzado su límite de explotación. “Mientras, en la COP25, tal como habíamos advertido, la presentación de Chile no dio a conocer acciones concretas que aseguren la protección de los océanos necesarias para que éstos nos sigan siendo afectados por el cambio climático ni tampoco una protección que aseguren que cumplan sus funciones para mitigarlo. Es urgente avanzar hacia ambición climática en esta COP, que en Chile se traduce en cerrar las termoeléctricas”, agregó González, desde Madrid. Según el informe, a lo largo del próximo siglo, el aumento del nivel del mar cambiará drásticamente las costas de numerosos países, lo que puede llegar a triplicar la estimación de personas en riesgo. “Los océanos son fundamentales en la lucha contra el cambio climático, ya que son los mayores reguladores naturales de carbono del planeta. Sin este servicio esencial, nuestra atmósfera contendría un 50% más de dióxido de carbono y la temperatura del planeta sería tan alta que se volvería inhabitable”, añadió González. El informe de la ONG establece al 2020 como el año definitivo e insta a los líderes del mundo a cumplir con el Acuerdo de París y limitar la temperatura de la Tierra a 1.5°C para 2030. También, exige, la aprobación de un Tratado Global de los Océanos en la ONU para finales de 2020 y el compromiso de proteger el 30% de los océanos a través de una red de santuarios marinos.