- Capacidad de enfrentar desafíos y nuevos retos. La realidad actual es cambiante, por lo que quienes sean capaces de adaptarse a los cambios y tomar nuevas responsabilidades, no sólo demostrarán el compromiso con la empresa sino que tendrán la posibilidad de desarrollar su carrera dentro de la organización.
- Liderazgo más allá de la jefatura. No es necesario tener una posición gerencial o personas a cargo para poder ejercer el liderazgo. Liderar más que una función es una actitud, trabajar en equipo, tener buena comunicación con los compañeros, mantenerse aprendiendo constantemente y motivar a otros son características de los buenos líderes.
- Especialización. Las empresas necesitan expertos en áreas específicas. Esto puede obtenerse mediante el estudio de un posgrado, pero también se valora la experiencia laboral que se haya adquirido en esa área.
- Creatividad e innovación. Las buenas ideas siempre son bienvenidas, más aún en el mundo laboral. Mantenerse siempre pensando y aportando es algo que marcará la diferencia con otros colaboradores de la organización. Mantente siempre informado sobre la industria y permanece motivado para que las ideas fluyan.
- Conocimiento e incorporación de nuevas tecnologías. Mantenerse siempre abierto a las nuevas tecnologías y utilizarlas en el trabajo, puede convertirse en un importante factor diferenciador. Un colaborador inquieto que siempre esté en búsqueda de usar estas herramientas sin duda será valorado y su jefatura intentará retenerlo.
- Red de contactos. Uno de los activos más valiosos que puede tener un empleado es su capacidad de hacer contactos tanto dentro como fuera de la organización. El networking otorgará a ese colaborador un “poder” importante en la compañía y será muy valorado por eso.
- Trabajo en equipo. Establece buenas relaciones con tus compañeros de trabajo y aprende a trabajar de manera colaborativa. Esta habilidad, aunque pueda sonar obvia, no todos la tienen. Incorporar las ideas del resto y validarlas, enriquecen el producto que se obtiene.
- Capacitación constante y autoaprendizaje. Se valora el interés que el colaborador tenga en participar de todas las instancias de aprendizaje tanto las formales como las informales. Mantenerse leyendo e informándose sobre la industria de la cual se es parte convierte al colaborador en una fuente de conocimientos nuevos que puede utilizar a favor de la empresa y del desarrollo del equipo.
- Nuevos proyectos. Formular nuevas iniciativas y planes de trabajo que vayan en ayuda y beneficio de la compañía. Estos planes, si son a largo plazo, pueden garantizarte un lugar en la empresa, y que tu empleador quiera retenerte como un talento fundamental.
- Iniciativa y proactividad. Las empresas valoran profundamente a los colaboradores que buscan dar más de lo que se les pide. Esta actitud demuestra el compromiso y la responsabilidad con que esos trabajadores toman su trabajo y sin duda marca la diferencia.
¡Hey talentos!: Aquí los 10 pasos para ser imprescindibles en su empresa
Cada vez los recursos humanos (RRHH) toman mayor protagonismo en las empresas, ya que la forma de trabajo, la proactividad y el potencial de cada funcionario son insumos que son bien vistos por el empleador y el desafío es cómo ser ese cola borador cautivo.
Laborum propone para ello seguir estos pasos: