Según relató a la policía el guardia afectado, Carlos Serey, un desconocido se acercó a la caseta a preguntar dónde podía cargar un celular a lo cual el vigilante le respondió que era difícil por la hora. El sujeto se retiró ofuscado y regresó junto a otro individuo con el cual comenzó a insultarlo y agredirlo a golpes. Luego, los agresores le arrojaron combustible y procedieron a prender fuego a la caseta, mientras el vigilante lograba escapar de los sujetos y recibir ayuda de los vecinos. El recinto quedó completamente destruido y los antisociales se dieron a la fuga, sin que hasta el momento se hayan registrado detenciones por este hecho.
Hasta el lugar llegó el director de Seguridad Ciudadana de la municipalidad, Arturo Urrutia, quien calificó el ataque como delictual, producto de una represalia de los antisociales del sector, que no han podido actuar tranquilamente desde la instalación de la caseta. A su vez, el vigilante resultó ileso, pero algo choqueado por la situación. “Pensé que me iban a quemar vivo”, declaró.