“Por supuesto que he oído las críticas de los medios”, comentó la asesora de Donald Trump, quien agregó que “las miles de mujeres” que han trabajado junto a su padre “dan fe de su confianza y de su sólida creencia en el potencial de las mujeres y su capacidad para hacer el trabajo como cualquier hombre“, dijo en la cumbre Women20 (W20), organizado en el marco del G20.
La canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona de la conferencia, y la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, fueron otras de las participantes.
“Como hija (de Donald Trump), puedo hablar a nivel personal sabiendo que me alentó y permitió que creciera“, agregó la exmodelo de 35 años, ahora consejera de su padre en la Casa Blanca y esposa de Jared Kushner, también asesor del mandatario y uno de sus hombres de confianza.
“Crecí en una casa donde no había ninguna barrera a lo que podía lograr a fuerza de perseverancia y tenacidad”, afirmó Ivanka Trump en su primer viaje oficial desde que fue nombrada. “No había ninguna diferencia entre yo y mis hermanos”, zanjó.
Ivanka Trump tuvo que responder a preguntas sin concesiones de la moderadora del debate, la redactora jefe del la revista económica alemana Wirtschaftswoche Miriam Meckel, quien le dijo que los comentarios de su padre durante la campaña daban pie a “interrogarse” sobre su verdadero respaldo hacia las mujeres.
Durante la campaña, la difusión de un vídeo de 2005 en el que Trump hablaba de forma vulgar y degradante de las mujeres chocó incluso a los propios republicanos. La moderadora, que estaba sentada al lado de Merkel, también le preguntó a Ivanka Trump si fue a Berlín a representar a su padre, a Estados Unidos o “sus negocios personales” puesto que la hija del jefe de Estado conservó su participación -entre 5 y 25 millones de dólares- en el Trump International Hotel. Ivanka Trump respondió que no estaba “de ninguna manera aquí” por sus propios intereses.