El ex candidato presidencial desempolvó a la autoridad a la que se acusaba de dar antorchas a diestra y siniestra cuando era la máxima autoridad designada por Pinochet.

En otro llamado de atención tuitero, el ex diputado y ex candidato presidencial Tomás Jocelyn-Holt destapó parte de la historia del Festival de Viña del Mar y recordó a la figura de la alcaldesa de la ciudad jardín durante el período de dictadura.

Claro que no lo hizo de la manera más académica pues se mandó el siguiente tuit. “Eugenia Garrido era fea.. como de fea fea.. aún así se sentaba..la enfocaban y parecía caballo..venía la pifia y ahí estaba, desafiante”.

Eugenia Garrido era fea.. como de fea fea.. aún así se sentaba..la enfocaban y parecía caballo..venía la pifia y ahí estaba, desafiante

— Tomás Jocelyn-Holt (@tjholt) 25 de febrero de 2016

¿Y todo esto para qué? Para reforzar la idea de que la Presidenta Michelle Bachelet no podría siquiera aparecerse por la Quinta Vergara por temor a las pifias que podría recibir, en el contexto de las críticas y burlas vertidas por los comediantes Edo Caroe y Rodrigo González,

Pinochet no se perdía su asistencia al Festival.Era su minuto escénico..Bachelet llegara ahí habría q’sacarla con helicóptero y 1equipo SWAT

— Tomás Jocelyn-Holt (@tjholt) 25 de febrero de 2016

Pinochet iba al Festival d’Viña como Bachelet a los camarines. Bachelet no resiste un grupo mayor de 50 personas q’no nec 1bono d’emergencia

— Tomás Jocelyn-Holt (@tjholt) 25 de febrero de 2016

Y qué fue de la ex autoridad

Eugenia Garrido se licenció como historiadora en la Universidad Católica de Valparaíso y al llegar la dictadura trabajó en la Secretaría Regional de la Mujer y en la Secretaría Regional Ministerial de Gobierno de aquella época.

En 1982 fue designada por el régimen de Augusto Pinochet como alcaldesa de Viña del Mar, cargo en el que permaneció hasta la llegada de la democracia en 1990.

En ese cargo se convirtió en uno de los principales personajes del festival viñamarino en esas fechas, Tanto así que se la acusaba de influir directamente en la parrilla de los artistas y de determinar si había premios o no para quienes se subían al escenario de la Quinta Vergara.

Súper conocido fue el caso de la polémica por el venezolano José Luis Rodríguez, quien se robó las cámaras en 1988 pese a lo cual no se le entregaba premio alguno.

Según El Mercurio de Valparaíso el público pedía la gaviota para él, “mientras la entonces alcaldesa Eugenia Garrido no acusaba recibo de lo que sucedía. Pasaron interminables minutos y el Puma Rodríguez seguía ahí, incólume, dispuesto a no mover ni una sola pierna mientras no recibiera lo que fue a buscar. Ahí dijo su frase para el bronce, en plena época del gobierno militar: ‘A veces hay que escuchar la voz del pueblo’, lo que le significó recibir en forma automática el ansiado galardón”.

Tras su salida de la alcaldía, garrido se presentó a las elecciones parlamentaria de 1993 como candidata a diputada por el Distrito 14, compuesto por la comuna de Viña del Mar, no resultando elegida.

En 2004 se presentó como candidata a concejal por Viña del Mar, en representación de la UDI, resultando electa con la primera mayoría, con el 14,73 % de los votos. En las elecciones municipales de 2008 obtuvo el 10,33% de los votos, resultando elegida nuevamente con una de las más altas votaciones en Viña del Mar. Fue reelegida por tercera vez en las elecciones municipales de 2012.