Los últimos 30 años de su vida
Jorge Balduzzi (68) los ha dedicado en cuerpo y alma, junto a su familia, a trabajar en la
producción de vinos de alta calidad en el corazón del
Valle del Maule. Los ejes que lo han inspirado es el amor al rubro vitivinícola y al medioambiente.
La familia Balduzzi tiene una tradición de más de 300 años produciendo vinos de excelente calidad desde la cepa a la copa. El empresario es tercera generación de su familia que se dedica al negocio. Su abuelo,
Albano Balduzzi, continuó la tradición viñatera de su familia italiana en Chile desde 1906.
Las 200 hectáreas del
viñedo de San Javier, donde vive Jorge Balduzzi junto a su esposa e hijos, se destinan a producir uvas para
vinos Premium satisfaciendo a “los más exigentes consumidores en más de 20 países”, cuenta el empresario a
La Nación. Junto a ellos trabaja un equipo de más de 60 profesionales y técnicos altamente capacitados, motivados y que comparten el compromiso de calidad y sustentabilidad.
La filosofía de trabajo que los mueve es lograr un impacto positivo en el medio ambiente. Es por ello que dedican un gran esfuerzo en promover una cultura de sustentabilidad entre la familia, trabajadores, proveedores, clientes, amigos y consumidores.
-La industria vitivinícola en Chile tiene sólidas raíces. ¿En qué pie se encuentra este rubro en términos de producción nacional?
-En Chile hay importantes inversiones de empresas vitivinícolas extranjeras. Esto significa que nuestro país tiene sólidas raíces, condiciones naturales, económicas y políticas para ser un actor relevante del nuevo mundo. La vendimia 2017 registra una baja de producción cercana al 20%, a los mil millones de litros, elevando los costos de la uva y el vino.
– ¿Cómo se encuentran las exportaciones?, ¿han seguido creciendo?
-Durante el año pasado las exportaciones continuaron creciendo, pero a un ritmo lento, llegando a los mil novecientos millones de dólares.
– ¿Qué países son nuestros principales compradores?
– China ha pasado a liderar las compras de vino chileno, seguido de Estados Unidos, Inglaterra y Japón. Hay que destacar que países como Canadá, Brasil y Corea del Sur también han incrementado sus compras.
–
¿Hay mucha diferencia en términos de calidad en la producción que se vende en el país y la que se exporta?
-En general, la calidad del vino chileno es muy alta y no hay diferencia entre el que se vende acá en el país con el exportado.
AUMENTA CONSUMO DEL VINO
– Chile encabeza el consumo de alcohol, pero los consumidores se inclinan por la cerveza o destilados. ¿Ello ha impactado a nuestra economía interna?
-En todo el mundo se consume más cerveza que cualquier otra bebida alcohólica. Sin embargo, se está incrementando el consumo del vino y disminuyendo el de los licores. Está comprobado que una o dos copas de vino al día ayudan a la salud de los consumidores.
– Chile ha construido su reputación de vinos buenos, pero no costosos, ¿se debe cambiar esta percepción?
-Nuestra asociación Wines of Chile está trabajando internacionalmente la campaña “Love Wine Live Chile” con el objetivo de cambiar esa percepción a país productor de vinos Premium.
TRADICIÓN Y ARTESANÍA
– Las fiestas de la vendimia se están haciendo tradicionales en el país como es el caso de la de San Javier. ¿Se puede convertir en la mejor fiesta del vino de Chile?
–Es difícil lograr en San Javier la mejor fiesta de la vendimia del país, pero puedo garantizar que es la más auténtica del Chile profundo, donde conviven la tradición y artesanía en viñedos centenarios como también la más moderna tecnología. Vale la pena, entonces, visitar la zona del Maule y los viñedos de San Javier.
-¿En qué pie se encuentra su empresa, sigue trabajando con la misma pasión de siempre?
-Para el vino se necesita pasión y más pasión y afortunadamente he logrado contagiar a mis hijos y mi equipo. Nuestra gente es feliz trabajando en los viñedos y en todo el proceso de la producción. Ese amor y cariño por el vino intentamos entregarlo en cada botella que producimos.
ENOTURISMO
Hace dos décadas Balduzzi abrió sus bodegas a los turistas siendo una de las viñas pioneras en el país para incentivar y crear cultura del enoturismo.
“Cada día nos visitan turistas extranjeros y chilenos en busca de una experiencia única. El tour incluye un recorrido por la bodega colonial, nuestra guarda en barricas subterránea, museo del vino, parque centenario donde se encuentra la casona patronal y que concluye finalmente con la degustación de nuestros exquisitos vinos”, remarca el empresario.