La rumorología popular se ha referido históricamente a las “víctimas” que Don Francisco habría dejado en el camino a su fama global. La investigación de la periodista Laura Landaeta pone el foco en varios de ellos en la polémica “Biografía no autorizada de un gigante”.

La escritora y periodista Laura Landaeta ya está blindada contra las figuras a las que ilustra en sus biografías. Tras su último relato de la vida y obra de Cecilia Bolocco en “Reina de corazones” no se guardó rumor alguno sobre el pasado de la ex Miss Universo. Cuestionada en programas de la TV argentina y baneada en las franjas chilenas, reincide con “Don Francisco, Biografía no autorizada de un gigante”, donde recopila todo lo que se conoce del animador, pero que incomoda a los defensores de esta figura sagrada de la TV local.

El libro recorre la principal mitología asociada a Sábados Gigantes , la Teletón y la vida personal de Mario Kreutzberger. Rumores de la era pre internet suman reportes de prensa, testimonios de fuentes anónimas (que la autora asegura están debidamente registradas y han certificado su ayuda en caso de demandas) y funcionan como un deja vu de viejas historias de terror para algunos y morbo para otros.

Oiga, Mandolino

Se sabe que el cómico Armando Navarrete Navarrete, más conocido como Mandolino fue uña y mugre con el animador hasta un momento nebuloso en Miami, cuando la amistad se destruye producto de que Navarrete se va a un canal de la competencia a probar suerte.

Se dijo que, fracasado su proyecto, Mandolino terminó durmiendo en las playas y mendigando la ayuda de don Francis. Landaeta agrega testimonios de los hijos del fallecido actor y agrega que en sus peores momentos de relación, “Kreutzberger ensayaba sus rutinas con Mandolino mientras hacía sus necesidades”.

El chacal de la Trompeta

El trompetista Leonardo Núñez, también regresa del pasado a ajustar cuentas con quien, según él, es el causante de su fría salida de Sábado Gigante.

Mientras el trompetista que largaba a los perdedores del segmento de talentos con su tradicional melodía asegura que nunca hubo más de 2 “chacales” en la historia del programa, Don Francisco relativiza su aporte argumentando que hubo entre 12 y 15 trompetistas diferentes.

Pepe Yeruba

La “Figura radial revelación de la radiofonía nacional 1977”, José Pizarro, más conocido como Pepe Yeruba se convirtió en el sidekick de Don Francisco y tuvo una meteórica carrera en Sábados Gigantes a lo largo de 12 años hasta que dejó de aparecer en TV.

La cultura popular lo relacionó con una confusa sanción social como pornógrafo que lo acompaña hasta el día de hoy. Lo cierto es en los ’80, las películas picarescas en formato VHS eran muy populares y Yeruba trabajó a dos bandas en la TV y una de estas producciones paralelamente, lo que hizo incompatible su trabajo en Canal 13. Landaeta también recupera el presente del locutor y lo registra en sus entrevistas.

“¡Que venga la modelo!”

Así se titula el capítulo que revela detalles inconfesables de la demanda por acoso sexual que la modelo Ana Isabel Gómez hizo del poderoso hombre de TV. Si bien todos los detalles del caso son un secreto judicial pactado entre las partes, Landaeta regresa a la memoria los escabrosos detalles del relato de Gómez sobre las forzadas atenciones de Don Francisco y las visitas que hacía al hotel en el que se hospedaba la modelo que terminó trabajando en un local de compra y venta de autos usados.

La cámara viajera

Parte del mismo capítulo es el espacio dedicado a la modelo del programa Linda Eveland, que en la versión chilena de Sábado Gigante habría encantado al animador al punto de planear abandonar a su familia y dejar el coqueteo con otras mujeres.

La biógrafa no autorizada se mete en esa sábanas con sabrosos detalles sobre el ambiente familiar por esos días, las razones que tuvo Kreutzberger para abortar su plan romántico y los eventuales reencuentros entre la pareja años después.

La señora de San Felipe

También es un hecho conocido, peor no comprobado, que Don Francisco le habría colgado el mote de “yeta” a la cantante Palmenia Pizarro. La condena artística que la llevó a triunfar en el resto del mundo con su voz y la alejó de la TV nacional, es actualizada por Landaeta con testimonios de la misma cantante que recuerda y perdona como en sus más sensibles boleros.

Otros rostros aludidos en el libro son los del cómico cubano Rolando Barral, la vedette argentina Nancy Guerrero y la show woman Maitén Montenegro, que también engrosarían la lista de, no sólo despedidos por Don Francisco, sino de víctimas de una especie de veto televisivo inexplicable. El libro deja una pelota dando bote en el área respecto a una segunda publicación en la que se referirá a líos de sexo y drogas que se vinculan con el animador…