Uno de los secretos mejor guardados del centro de Santiago es el luminoso restaurant que da nueva vida al subsuelo del centro histórico de la capital con la chispa y colorido del rodizio brasileño. Bajando la antigua escalera de la galería Santiago, de Merced esquina San Antonio, Brazuca apaga totalmente la ciudad y enciende el carnaval en horario de oficina, la parrilla buffet al almuerzo y las caipirinhas a la salida del trabajo.
El negocio que cumple recién un año con su oferta gastronómica brasileña y atención profesional, se ha convertido en el favorito del distrito gracias a un efectivo boca a boca, creen sus administradores. La estrategia es reunir la carta tradicional de Brasil con los intereses favoritos del chileno, cree Mirtza Bruna, la mujer a cargo del Brazuca.
“Al chileno le encanta la carne. La evidencia es que esa es la fórmula de los restaurantes más tradicionales de Santiago como Los Buenos Muchachos, Las Vacas Gordas, Los Buenos Aires de Paine, el Chilenazo, etc., que fueron creados para un chileno eminentemente carnívoro que jamás ha dejado de consumir. Acá ofrecemos todos los cortes de carne, absolutamente todos”, explica.
Incluso se ofrecen cortes que no son muy populares en Chile y se complementan con un respetable buffet de comida brasileña tradicional y un salad bar extenso que incluye además postres, pasteles, tragos y más. Dulce y sano es el principal atractivo de su público objetivo, las chicas de oficina o la banca que llegan en planteles completos para darle variedad a la hora de colación.
“El chileno en general se cuida harto. No es común ver gente que venga a comer a destajo porque tiene un buffet a disposición. Nuestros clientes sí aprovechan en abundancia nuestras ensaladas que también cuentan con mucha variedad y mucha alternativa también, que nos han dicho que es algo que le falta a los restaurantes del sector que no salen de la ensalada mixta, la lechuga, el repollo y la zanahoria. Hay personas que comerían ensalada todos los días, pero que se aburren de la poca variedad o la presentación que los demás restaurantes hacen de sus platos hipocalóricos”, describe Bruna.
También están quienes pasan directo a la parrilla de carnes a escoger sin culpas la espada de la picana con la ansiedad del gato en la carnicería. Un punto a favor es que Brazuca cuenta con parrilleros brasileños que desde los inicios del local le entregan exotismo y empatía a la atención turística del restaurant que incluye shows temáticos que emulan el Carnaval de Rio, pero en el corazón de Santiago.
Cada día, Brazuca integra a su amplia carta un mínimo de 4 platos tradicionales de la cocina carioca que son llegar y llevar en el buffet. Feijoada, juca, farofa, moranga o cochinhas, entre otras combinaciones de queso, camarón y carnes en combinaciones casi infinitas con los vegetales y preparaciones nacionales. Además de las cervezas, los bebestibles más pedidos son la caipirinha, la caipiroska y el refresco brasileño Guaraná Antartica. El precio promedio del consumo por pareja oscila entre los 15 mil y los 30 mil pesos.
Hasta ahora el perfil de los clientes se potencia con la asistencia de turistas recomendados por las operadoras del negocio, la colonia de brasileños residentes y los mismos parroquianos habituales que llegan fuera del horario de oficina típico del sector. Mirtza Bruna, asegura que la comunicación con estos habitués le ha dado pistas certeras sobre el gusto de los clientes que sumadas al ensayo y error han influido en el sorpresivo éxito del restaurant.
“A poco andar nos dimos cuenta de varias cosas, como por ejemplo de que al chileno no le gustan mucho los jugos muy tropicales. Es decir la guayaba, el lulo cuesta que entren, así que potenciamos lo que sí le apetece en ese sentido. Con los postres también la cosa ha ido decantando a algunas preparaciones que son de éxito. Para saber estas cosas hemos hecho un gran trabajo de escuchar lo que nos dicen los clientes en su interacción con nuestras redes sociales o a través de los garzones”, dice recomendando estos canales que son un focus group permanente que pocos valoran.
Así por ejemplo, dice que muchas estrategias comerciales del Brazuca se planean según esta información crítica. La administradora describe que se han dado cuenta de que el público más fiel del restaurant son personas de entre 35 y 45 años y el que más interactúa en plataformas digitales, entre 25 y 35 años, métricas que también hablan de que si el grueso de esta clientela son mujeres, es a ellas a quienes hay que fidelizar más, o tratar con cariño.
“A ellas les pusimos karaoke los días jueves en la tarde y ha sido muy popular. También implementamos una promoción de cervezas Stella Artois y Kuntsmann en un gancho que va de la mano con la búsqueda de los atributos que las mujeres más valoran cuando salen a tomar un trago con los amugos, parejas y compañeros de trabajo: un lugar luminoso, pulcro, con baños impecables y sobre todo tranquilo”, dice la mujer tras la estrategia. “Así, claro que te van a dar ganas de regresar y traer más amigos”, recomienda.
La receta de la casa
El local también ha innovado adaptándose a algunos requerimientos de sus clientes quienes lo solicitan para eventos como baby showers, cumpleaños, premiaciones de empresas, bancos y departamentos de estado. Lo que partió como una anécdota, ahora es un servicio a cargo de un equipo ejecutivo que se encarga de cotizaciones y la logística respectiva para un establecimiento que no para de escuchar a sus clientes ni de crecer.
Los viernes hay música y espectáculos de baile, un verdadero carnaval subterráneo colorido y en vivo que despeina el centro de Santiago. Para la semana de los enamorados, el detalle fue un espectáculo musical e intergeneracional con el doble oficial de Roberto Carlos que esperan repetir durante el mes de marzo.
“Estamos bien escondidos, pero nos ha ido estupendo. Por eso estamos buscando nuevas formas de activar la zona. Contamos también con un convenio para estacionamientos con precios especiales para nuestros comensales buscando ser una alternativa de estacionamiento en el centro para nuestros clientes (a pocas cuadras del local). Acaban de abrir de nuevo la calle Merced al transporte público y eso se está notando en la forma en que el centro se vuelve a llenar de vida”.
AUTOR: La Nación
FUENTE: Carlos Salazar