El regreso de la abogada el pasado 3 de diciembre no estuvo exento de polémicas, ya que fue trasladada a una oficina un poco más retirada del contralor Jorge Bermúdez, quien además optó por no entregarle las atribuciones de apoyo que había dado a su reemplazante, María Soledad Frindt. Así, el ente fiscalizador, indicó un decálogo de instrucciones a Pérez.
En primer lugar, no puede entregar declaraciones institucionales a la prensa. Ni Pérez, ni los contralores regionales “han sido designados para mantener una relación institucional con la prensa, sino que esta se realiza únicamente a través del Departamento de Comunicaciones de la CGR”.
Previo registro en pos de la transparencia, Pérez puede recibir a autoridades, funcionarios públicos ajenos de Contraloría que no sean parte de un juicio de cuentas. Esto, “sin perjuicio de las reuniones que pueda tener con el personal bajo su dependencia y con otros, para el correcto cumplimento de su función”.
En su calidad de jueza de cuentas, la subcontralora no está obligada a “recibir a las partes de los procesos que se sustancien en el juzgado de cuentas en presencia de la secretaria del tribunal, para asegurar la bilateralidad de la audiencia y el principio de transparencia”. Pérez tiene a su disposición “todos los medios y sistemas necesarios para el ejercicio de sus funciones que le asisten de acuerdo con la ley”; no solo los expedientes de juicios.
“No existe restricción de comunicarse con los funcionarios de la institución, sin perjuicio de emplear el conducto regular establecido para todo el personal, incluyendo naturalmente a la subcontralora, en los casos que corresponde”, agrega.
También, velar “oportunamente” por la publicación de las actividades públicas que realice. La subcontralora no está obligada a asistir a actividades públicas. De acuerdo con la Contraloría, ella puede ponderar la asistencia a los eventos que sea invitada, así también como aquellas “que el contralor le remita para su representación institucional”.
Pérez podrá pedir materiales e insumos para el trabajo a través del administrador divisional y del sistema electrónico que mantiene la Secretaria General. Podrá, además, subrogar, “con todas sus facultades” al contralor en caso de ser necesario. En base a esto último, y con el fin de “asegurar la continuidad del servicio”, se le solicitó a la subcontralora informar oportunamente la fecha en que hará uso de sus vacaciones y así poder coordinar con los días que tampoco estará Bermúdez.