La lluvia que provocó “El Niño Godzilla” durante los últimos tres meses del 2015 originó un crecimiento de la maleza, que suele ser el escondite del ratón colilargo, transmisor del virus hanta.

El año pasado se registraron 50 casos de la enfermedad en el país, de los cuales el 40% tuvo consecuencias fatales.

Francisco Zamora, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago (Usach), advierte que el crecimiento de la vegetación tiene relación con los casos de hanta y por ello deben adoptarse medidas, especialmente en esta época de verano.

“Por el crecimiento de la maleza, debido a las lluvias del año pasado, es altamente probable que los casos de hanta aumenten este verano. Por eso hay que estar alerta y la población debe actuar con máxima precaución como también la autoridad sanitaria”, sostiene.

El hanta es una infección viral que es transmitida por el ratón colilargo, roedor que habita entre la regiones de Coquimbo y Aysén, en zonas rurales, y que esparce la enfermedad a través de secreciones como excremento, saliva u orina.

CAMPING

Según el especialista, el panorama actual supone extremar las medidas de precaución sobre todo considerando que durante la época estival muchos turistas optan por acampar en zonas campestres, potenciando la posibilidad de contagio.

“La gente que va de camping debe saber que cuando vea un ratón muerto o excrementos de éste, no puede tomarlo con las manos sino primero tiene que rociarle cloro, y luego cogerlo con guantes porque es muy fácil que se transmita el virus”, remarca.

Y añade que “en zonas rurales hay que procurar airear los lugares cerrados” dado que el virus también se disemina a través de los gases que emanan de las heces de la ratas.

Zamora aconseja que las personas se informen sobre la patología y recaben antecedentes sobre la patología para evitar consecuencias fatales.