La película, enmarcada en el periodo de crisis que vivió la Iglesia Católica, muestra el preámbulo que aconteció a la llegada de Jorge Bergoglio para comandar el Vaticano, su polémico y enigmático pasado, y las motivaciones que llevaron a Ratzinger a salir del cargo.
El ejercicio que ofrece la película es el de ser un testigo privilegiado de esas conversaciones claves de aquel periodo, pero sobre todo de poder vislumbrar las cuestiones más humanas y cotidianas de ambos religiosos que se ocultan u olvidan tras la mitificación de sus imágenes como sumo pontífices.
El film caracteriza sus fragilidades, humores, alegrías y, sus visiones sobre la iglesia. Algo crucial, ya que sus posturas contrapuestas dan paso a diálogos contundentes e inteligentes, interpretados por dos grandes como Anthony Hopkins (con una actuación sobresaliente) y Jonathan Pryce. Pero ojo, no es un film “denso”, ya que la historia aprovecha sus diferencias que dan paso a momentos hilarantes de humor, que de seguro se volverán emblemáticos.
La película logra dialogar de buena forma con la contingencia. El director aprovecha la postura más dogmática y conservadora de Joseph Ratzinger, con la visión más progresista y “abierta” del catolicismo de Jorge Bergoglio, como un reflejo de lo que socialmente hoy es el mundo.
COORDENADAS
¿Dónde se puede ver en pantalla grande?- El Cine Arte Normandie tendrá una función este lunes 13, a las 17:00 horas.