Estados Unidos reabrió este sábado sus puertas a las personas provenientes de siete países musulmanes tras una decisión judicial que bloquea un decreto migratorio firmado por Donald Trump.
El juez federal de Seattle, James Robart, emitió en la noche del viernes una resolución aplicable en el conjunto del territorio estadounidense mientras examina una demanda elevada el lunes por el ministro de Justicia del estado de Washington.
La resolución provocó la ira del nuevo mandatario estadounidense. “La opinión de este presunto juez, que en definitiva priva a nuestro país de su policía, es ridícula y será revertida”, advirtió Trump en una serie de tuits que envió durante toda esta jornada de sábado. “Cuando un país ya no tiene capacidad de decir quién puede entrar y salir, sobre todo por razones de seguridad, hay grandes problemas”, agregó desde su residencia de Mar a Lago, en Florida.
En un tercer mensaje a través de la red social que se ha convertido en su principal medio de comunicación, Trump estimó “interesante que algunos países de Medio Oriente” estén de acuerdo con su decreto. “Saben que si algunas personas son admitidas (en EEUU) habrá muerte y destrucción!”, escribió.
La orden ejecutiva de Trump, en vigor desde hace una semana y que impide la entrada de los ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen durante 90 días, también bloquea el programa de acogida de refugiados durante 90 días, y de forma indefinida en el caso de los sirios.
Tras la resolución del juez Robart, el Departamento de Seguridad Interior afirmó que “suspendió todas las acciones de implementación” del decreto del gobierno. Los controles en las fronteras, precisó Gillian Christensen, portavoz de esa cartera, “volverán a aplicarse según los procedimientos habituales hasta nueva orden”.
AUTOR: La Nación
FUENTE: AFP