El presidente francés Emmanuel Macron está “muy consternado” por el video que muestra a policías propinando una paliza a un hombre negro en París, dijo este viernes su oficina, en reacción a este caso que sacude a su gobierno y reabre el debate sobre la violencia policial.
Macron se entrevistó el jueves con el ministro del Interior, Gérald Darmanin, a quien le pidió que tome medidas contra los policías en cuestión, según indicaron a la AFP fuentes gubernamentales.
Después de esta reunión, el ministro anunció la suspensión de los cuatro agentes involucrados en este caso de violencia policial.
Los policías fueron convocados este viernes por la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) y serán puestos bajo custodia para ser interrogados, indicó la fiscalía de París.
Las imágenes publicadas por la web Loopsider muestran los golpes que propinaron tres policías el sábado al productor musical Michel Zecler a la entrada de un estudio de música en París.
“Me llamaron varias veces negro de mierda mientras me golpeaban”, denunció la víctima, que presentó una denuncia en la sede parisina de la IGPN.
Según el acta consultada por la AFP, los tres policías llamaron la atención a Zecler porque no llevaba mascarilla. “Cuando intentamos interceptarlo, nos forzó a entrar en el edificio”, escriben.
En las imágenes de las cámaras de seguridad, se ve a los tres policías entrar en el estudio agarrando al hombre y después darle puñetazos, patadas y golpes con una porra.
Según se puede ver en las imágenes, el productor se resiste a que se lo lleven y después intenta protegerse el rostro y el cuerpo. La escena dura cinco minutos.
La policía trata después de forzar la puerta y lanzan al interior del estudio una granada lacrimógena.
Este caso sale a la luz en pleno debate en Francia sobre el polémico proyecto de ley “seguridad global”, que reprime la difusión de imágenes de policías durante sus intervenciones.
El texto, que fue adoptado el martes por la Asamblea Nacional y debe ser examinado por el Senado, ha generado una viva polémica en los últimos días.
El artículo más polémico del texto castiga con un año de cárcel y 45.000 euros (53.600 dólares) de multa la difusión de la “imagen de la cara o de cualquier otro elemento identificativo” de los miembros de las fuerzas del orden en acción, cuando “atenta” a su “integridad física o psicológica”
Mientras los sindicatos policiales, la derecha y la extrema derecha lo aprueban, la izquierda y los defensores de las libertades públicas ven en dicha ley una “ofensa desproporcionada” a la libertad de informar y una señal de la deriva autoritaria de la presidencia de Emmanuel Macron.