Una gran polémica es la que se generó esta semana en la Primera B, luego de que Magallanes despidiera al jugador paraguayo, José Cañete, a quien acusaron de emborracharse en un asado del plantel. 

Tras la acusación, el futbolista, quien había llegado como refuerzo a la “Academia” este 2024, realizó un duro descargo en sus redes sociales, donde se defendió, y a la vez, anunció que prepara acciones legales. 

“Fui despedido por Deportes Magallanes bajo la imputación de hechos falsos, malintencionados e infundados que vulneran mis derechos como persona, deportista y trabajador”, manifestó Cañete. 

Asimismo, el defensor señaló que “mi ex empleador me acusó, que en un asado del plantel profesional y cuerpo técnico, yo habría quedado en manifiesto estado de ebriedad, habría tenido conductas ofensivas para con otros integrantes del plantel e irrumpido en las oficinas del club, entre otras falaces acusaciones”. 

El ex Olimpia afirmó que el asado fue autorizado por el entrenador Ronald Fuentes, y que él, al igual que sus compañeros, participó con “total normalidad”. “No cometí ninguno de los hechos que se me imputan, no estuve ebrio, no fui ofensivo, no invadí dependencias del club”, detalló. 

Luego, relató que al día siguiente, el 14 de marzo, se presentó a entrenar con normalidad, pero antes del inicio de las prácticas, recibió un mensaje del gerente del club, quien lo citó a su oficina. 

“Me indicó (el gerente) que semanas atrás la dirigencia había mantenido una reunión con el técnico, quien había indicado que yo no iba a tener muchos minutos en esta temporada, por lo que habían decidido que lo mejor era rescindir contrato, ofreciéndome dos sueldos y medio, lo que no acepté, ya que mi contrato era hasta fin de año”, comentó. 

En la misma línea, sostuvo que “el gerente me cita a su oficina y es en esta oportunidad en que me dice que acepte el ofrecimiento del club para rescindir o si no me iban a despedir señalando que yo había cometido conductas indebidas en el asado. Le reiteré que no aceptaba el ofrecimiento económico que me hacía, siendo finalmente despedido -haciendo efectiva su amenaza-el 19 de marzo, día de mi cumpleaños”. 

Por último, concluyó mencionando que “por todo lo anterior, me veo en la obligación de iniciar acciones legales, deportivas, reglamentarias y federativas pertinentes”.