Al respecto, el secretario de Estado afirmó que “si hay un desafío que hoy día debe unir a todos los chilenos y por de pronto a toda nuestra coalición Chile Vamos, es el desafío de darle una mejor calidad de vida a nuestros trabajadores. Pero haciéndolo bien y protegiendo el empleo”.
La empresa visitada aplica un sistema de puntos para cada trabajador que, al margen de las vacaciones y días administrativos, pueden ser cambiados por tiempo libre. Estos puntos se obtienen a través de metas laborales e incluso por capacitaciones.
En esa línea, Monckeberg aseguró que “no es un tema de números, de una hora más o una hora menos, también tiene que ver con cuántas horas gano de descanso, cuántos días tengo más para estar con la familia, cuánto la empresa puede adecuar sus planes de producción para no perder productividad, porque de nada sirve trabajar menos, producir menos y que bajen los sueldos”.
“Lo que nosotros queremos es crear las herramientas para que el trabajador pueda acordar con el empleador una jornada más compatible con su vida, que la empresa mantenga su productividad y que el país progrese”, concluyó el secretario de Estado.
Hace algunos días Monckeberg anunció que el proyecto de adaptabilidad laboral del Ejecutivo, ingresado en mayo pasado al Senado, tendría una indicación que establecería una jornada semanal promedio de 41 horas flexibles, a diferencia de la moción inicial que pactaba una jornada mensual de 180 horas con flexibilidad.