Este 8 de febrero, según el Horóscopo Chino, comenzará a regir el reinado de este primate, que se prolongará hasta el 27 de enero de 2017. Los esotéricos sugieren esperarlo con la mejor de las energías para que traiga amor y abundancia a los hogares.
Este lunes 8 debutará el mono de fuego que, según el Horóscopo Chino, regirá los destinos hasta el 27 de enero de 2017.
Este animal saltarín, de ojos dulzones, es el noveno del zodíaco chino y “traerá muchas revuelas políticas, protestas a nivel mundial y problemas de armamentos en todo el planeta debido a que genera cambios grandes en las estructuras sociales, políticas y económicas”, remarca Pedro Engel, astrólogo y tarotista, en su libro “Horóscopo Chino 2016”, de Editorial Catalonia.
“El mono de fuego es caprichoso, muy llevado a sus ideas y poco predecible, por lo que es muy difícil adivinar lo que está pensando. Por eso, las acciones del ágil animalito pueden cambiar constantemente, así como él cambia de liana. Lo mejor es buscar individualmente, porque nada colectivo resulta muy apropiado. Se ven desilusiones políticas, religiosas y económicas durante todo el año, lo que generará que se disuelvan colectivos de todas las índices”, señala Engel.
CÓMO RECIBIRLO
Algunos estudiosos de las diferentes mancias recomiendan cumplir algunos rituales para esperarlo con la mejor de las energías.
► Meditar el domingo 7 y agradecer por el año de la cabra de madera que termina.
► Hacer una lista de las cosas que no fueron muy positivas en el año y guardarla para la medianoche. La idea es quemarla en las primeras horas del lunes.
► Preparar la casa con decoraciones que traigan prosperidad en el amor y el dinero. Una buena idea son las naranjas, amarillas y flores rojas.
► Llevar en el vestuario algo nuevo que simbolice la renovación.
► A las 0 horas del 8 de febrero encender las luces de la casa, abrir las ventanas y puertas para que pueda entrar la energía renovadora del nuevo año.
► Intentar no discutir y fomentar la discordia.
SECCIÓN: Vida y Estilo
AUTOR: Patricia Schüller G.
FUENTE: La Nación