“Lo que en realidad preocupa es que las normas a partir de pocos días más van a ser distintas, entonces, cuando se vuelva a realizar en 18 meses más esta misma negociación, hay que ver cuál va a ser el resultado”, sostuvo el excanciller.
En ese sentido, agregó que “lo que tenemos hacia atrás es que los salarios reales han estado subiendo, el desempleo ha sido bajo y hay baja conflictividad, o sea, hay huelgas, pero son breves. Entonces, ojalá eso se mantenga, que sea bueno para todos, que hayan costos bajos de ponerse de acuerdo y que no hayan periodos muy prolongados de paralización“.
El presidente ejecutivo del Consejo Minero de Chile, Joaquín Villarino, ya había expresado una preocupación similar al expresar que “esta reforma vino a fortalecer los sindicatos y lo logró. Por lo tanto, si no hay ánimo de sentarse a la mesa a trabajar en la construcción de acuerdos rápidos, vamos a ver escenarios parecidos a estos“.
En tanto, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Patricio Crespo, dijo que “es muy lamentable” el impacto que tuvo la huelga de Escondida. “Esto es para que la gente tome nota de que cuando no se enfrentan los conflictos con altura, puede arrastrar a toda la comunidad. Esto no es problema de Escondida y sus actores, aquí es Chile completo el que ha visto deteriorado una actividad que es central para el desarrollo del país, para las arcas públicas y para el clima”, añadió.