Rolando Jiménez, dirigente del Movilh, afirmó que “Ezzati una vez más ha cruzado la raya de todo lo tolerable. Comparar con animales a los niños, niñas y adultos trans es un brutalidad extrema que violenta la dignidad humana de manera escandalosa”.
Añadió que “el arzobispo ha burlado y despreciado sin piedad, ni misericordia alguna el drama padecido por quienes ven día a día imposibilitado su derecho a ser llamados y tratados por su nombre y sexo social”.
“Esta situación ubica a la Iglesia Católica en un terreno del odio, de la transfobia, de la homofobia y del desprecio profundo hacia un grupo humano, lo cual se aleja del discurso cristiano por donde se mire”, agregó.
Dado que estas declaraciones se dieron en el contexto de la inauguración de año académico de la Universidad Católica, Jiménez instó al rector Ignacio Sánchez a “fijar postura frente a estos dichos de odio, en tanto se dieron en un acto importante para la institución con lo cual se ve involucrada, guste o no. La educación no puede ser escenario de discursos de odio. Todo lo contrario, debe erradicarlos y prevenirlos”.
Con todo, finalizó Jiménez, “las declaraciones de Ezzati solo vienen a demostrar la necesidad de la existencia de una ley de identidad de género. La ausencia de esta norma solo provoca abusos, donde las personas son denigradas, maltratadas y hasta asociadas con animales, como lo hace este sujeto”.
En tanto, el arzobispo lamentó que su “alegoría” sobre el cambio de sexo legal haya sido interpretada como una ofensa.
En una breve declaración del Arzobispado de Santiago, difundida anoche por twitter, se señala que el cardenal Ezzati “lamenta que el uso de una alegoría para referirse al concepto de nominalismo haya sido interpretada como una ofensa a quienes merecen todo su respeto y aprecio”.
Añade que “en el curso del diálogo con la periodista, el arzobispo invitó a ir al fondo del tema y a no quedarse en el simple ‘cambio registral’, con respeto y desde una antropología integral”.