La situación ocurrida en China abrió un debate sobre los derechos de las mujeres embarazadas y sobre porqué no se respetaron por sobre lo que pedía la familia.
El centro médico en que ocurrió la tragedia aseguró en un comunicado que Ma Rongrong, de 26 años, falleció tras precipitarse desde un quinto piso del hospital de Yulin, en la provincia de Shaanxi, debido a los fuertes dolores que sufría.
La cesárea fue recomendada por los médicos luego que los exámenes realizados al ingreso de Rongrong al recinto mostraran que la cabeza del bebé era más grande de lo normal, advirtiendo las consecuencias que podría llevar un parto normal.
Según la versión del hospital, fue la familia la que rechazó el procedimiento, acusación que el marido niega.