Alcaldesa Cathy Barriga salió a defender su nuevo logo que reza “Maipú Renace” y aclara que la imagen que circula desde este martes en medios y redes sociales no corresponde a la imagen de su nueva administración.
Desde este martes se viraliza en redes sociales lo que supuestamente es el nuevo logo de la comuna de Maipú bajo la administración de la alcaldesa Cathy Barriga. El diseño de una tipografía en la que destaca una letra “M” en forma de corazón, presentada en un diseño junto a los planos de un proyecto de recuperación de terrenos municipales, fueron objeto de bromas y memes relacionados con el carácter más azucarado de Barriga durante su pasado televisivo.
Sin embargo, el mediodía de este miércoles el Departamento de Comunicaciones del municipio aclaró el error y reiteró que la verdadera imagen de esta administración es la que aparece en recintos, papelería, vehículos y los recursos web municipales: el texto Maipú Renace recortado sobre la silueta de una ciudadela azul iluminada por un sol saliente.
“Esta es la imagen que representa la llegada y ejercicio de la nueva administración de Maipú encabezada por la alcaldesa Cathy Barriga”, indica la aclaración que agrega cuál fue el origen de la confusión.
Se refiere a la representación que acompañará el sitio eriazo a intervenir en Avenida Pajaritos donde se construirá una serie de mejoras y áreas verdes.
La palabra Maipú con el curioso diseño en su letra capital “se trata sólo de un hito que se instalará en este parque multipropósito y no el nuevo logo municipal, como algunos de nuestros seguidores en redes sociales y medios de comunicación interpretaron”, expresa el comunicado de prensa.
Más detalles sobre la recuperación que prepara la jefa comunal y su equipo indica que la transformación de los terrenos abandonados en el nudo vial de Avenida Los Pajaritos y Américo Vespucio, actualmente utilizado como basurero, será destinado al deporte con la implementación de un gimnasio al aire libre, juegos infantiles y un skatepark.
SECCIÓN: País
AUTOR: Carlos Salazar
FUENTE: La Nación