Unos veinte mil comercios de venta de ropa y calzado fueron autorizados a reabrir en Buenos Aires desde este lunes, al iniciar Argentina una nueva fase de cuarentena con el regreso a las  actividades en 18 de sus 24 provincias.

No obstante esta determinación para reactivar la economía en recesión desde el 2018 y que en marzo acusó una contracción de 11,5% respecto a igual mes de 2019, el vecino país mantendrá el confinamiento hasta el 28 de junio pero con una modalidad flexible en regiones con escasa o nula circulación de la enfermedad.

Hasta esta jornada, la nación trasandina sumaba 22.781 casos de coronavirus con 670 muertes y 7.305 pacientes recuperados sobre una población de 44 millones de personas.

El 85% de los casos se registraron en la capital argentina y la periferia de la provincia de Buenos Aires, territorios que condensan 14 millones de habitantes.

Desde este lunes, la cuarentena obligatoria que inició el 20 de marzo tendrá dos modalidades, una de aislamiento social con restricción de movilidad y de actividades en los lugares con más casos, y otra con medidas de distanciamiento social preventivo en aquellas zonas con pocos o ningún caso.

De todas formas las escuelas permanecen cerradas y seguirán prohibidas en todo el territorio las reuniones masivas y los espectáculos deportivos o musicales que impliquen la reunión de más de diez personas.

En la metrópoli bonaerense se dispuso un protocolo especial para la atención del público en zapaterías y casas de indumentaria, aunque sólo podrán abrir en los barrios y no en centros comerciales, que seguirán cerrados.

También se autorizó la actividad deportiva al aire libre desde las 23:00 horas y hasta las 11:00 horas GMT.

En 18 provincias la mayoría de las actividades económicas se han reanudado aunque bajo protocolos de distanciamiento social y uso obligatorio de mascarillas en lugares cerrados.

En el caso de las industrias, muchas reanudaron su actividad con turnos de trabajo reducidos y con el transporte de trabajadores a cargo del empleador, para evitar la aglomeración en el transporte público.

El gobierno ha invertido el equivalente a 2,6% del PIB para ayudar con ingresos y préstamos a trabajadores, pobres y pymes.