Aunque admitieron que “no nos queda otra”, no todos los partidos del conglomerado oficialista recibieron bien la decisión del Gobierno de postergar para marzo la votación de la iniciativa que modifica el Código Laboral. El PC y el PR dijeron que no es una buena señal, mientras que la DC y el MAS afirmaron que ello permitirá contar una buena ley.
Opiniones encontradas en la Nueva Mayoría generó la decisión del Ejecutivo de posponer la votación de la Reforma Laboral para el mes de marzo apostando a un acuerdo con aquellas colectividades y parlamentarios que se oponen a que el proyecto sea despachado tal cómo lo presentó el Gobierno.
Para el Partido Comunista la determinación notificada este lunes por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, no es la que ellos esperaban pero consideran que como afirmó la semana pasada la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, que no se tocarán la titularidad sindical y el derecho a huelga sin reemplazo, quieren llegar a acuerdo.
“Hay diferencias que se mantienen, el Gobierno prefirió buscar todavía el entendimiento. Creo que no es buena (la señal que se da) pero tampoco es catastrófica, pero no es bueno porque habíamos hecho un compromiso y creo que los trabajadores estaban esperando que se aprobara ahora y eso va a traer algunas reacciones del mundo laboral pero espero que esto pueda subsanarse en marzo”, indicó el diputado y jefe de la tienda, Guillermo Teillier.
A su turno el partido Radical señaló en voz de su presidente, Ernesto Velasco que “me parece muy mal, porque creo que los plazos son para cumplirlos y cuando el propio ministro de Hacienda dice hoy que requiere poner el acento en la confianza, en la inversión y que reactivemos la economía, se requiere despejar todo tipo de incertidumbre, y por cierto, la reforma laboral para nosotros debería haber sido aprobada en enero y lo que corresponde es que el Gobierno fije una posición que como Nueva Mayoría respaldemos”.
Por su lado el jefe del MAS, senador Alejandro Navarro, indicó que el hecho que la reforma laboral pase para marzo “no significa que sea una ley marxista, significa que es una ley que tiene problemas y Jorge Pizarro y la DC lo han dejado claro. Si quedó para marzo bien, tendremos una buena ley que no renuncie a lo esencial de la reforma y que tengamos paz social con los trabajadores”, e insistió en que lo que no debe hacer el Ejecutivo es ponerse plazos porque si hay cambios le pasan la cuenta.
Mientras el timonel de la DC, Jorge Pizarro, expresó su confianza en que “es probable que podamos llegar a un acuerdo en el Senado. Ahora, si el Gobierno no está en condiciones de plantear una posición concreta en los temas como la adecuación necesaria, se tomará más plazo, si este tema no es simple”.
SECCIÓN: País
AUTOR: Patricio Gutiérrez Villagrán
FUENTE: Giselle Sauré Guichou