El obispo Juan Barros, cuya renuncia fue aceptada por el Papa Francisco en junio, declaró el jueves como imputado por encubrimiento en casos de abusos sexuales cometidos en el seno de la iglesia católica en ese país.
El religioso declaró durante tres horas y media en la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones (PDI) en el marco de una investigación por abusos cometidos por un sacerdote castrense, servicio religioso que tuvo a Barros como obispo por más de una década hasta que en 2015 Francisco lo designó obispo de Osorno.
“Fui consultado por el tema del padre Pedro Quiroz (acusado de abuso sexual a un menor) y aporté lo que podía aportar. Le manifesté al señor fiscal lo que yo había podido conocer o desconocer y esperemos en Dios que salga todo bien y la verdad salga resplandeciendo”, señaló Barros a periodistas al terminar su declaración.
A su vez, el fiscal Raúl Guzmán confirmó que Barros acudió en calidad de imputado y que “fueron hechos que ocurrieron en parroquias (…) en cuanto a la fecha y la cantidad de hechos y sus víctimas son materia de investigación”.
Barros es un protagonista destacado del huracán de denuncias que dejó tambaleante a la iglesia católica, al ser acusado por víctimas de pederastia de haber encubierto los abusos sexuales que sufrieron en los años 1980 y 1990 por parte del influyente sacerdote Fernando Karadima.
Karadima -un formador de varios obispos y de quien Barros era discípulo- fue suspendido de por vida de sus funciones por el Vaticano en 2011.
El religioso declaró durante tres horas y media en la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones (PDI) en el marco de una investigación por abusos cometidos por un sacerdote castrense, servicio religioso que tuvo a Barros como obispo por más de una década hasta que en 2015 Francisco lo designó obispo de Osorno.
“Fui consultado por el tema del padre Pedro Quiroz (acusado de abuso sexual a un menor) y aporté lo que podía aportar. Le manifesté al señor fiscal lo que yo había podido conocer o desconocer y esperemos en Dios que salga todo bien y la verdad salga resplandeciendo”, señaló Barros a periodistas al terminar su declaración.
A su vez, el fiscal Raúl Guzmán confirmó que Barros acudió en calidad de imputado y que “fueron hechos que ocurrieron en parroquias (…) en cuanto a la fecha y la cantidad de hechos y sus víctimas son materia de investigación”.
Barros es un protagonista destacado del huracán de denuncias que dejó tambaleante a la iglesia católica, al ser acusado por víctimas de pederastia de haber encubierto los abusos sexuales que sufrieron en los años 1980 y 1990 por parte del influyente sacerdote Fernando Karadima.
Karadima -un formador de varios obispos y de quien Barros era discípulo- fue suspendido de por vida de sus funciones por el Vaticano en 2011.