Al respecto, y por medio de una declaración pública, la Diócesis de San Bartolomé de Chillán señaló que “el día lunes 13 de agosto, a petición del obispo, el vicario general concurrió a la fiscalía local con el objetivo de recabar los antecedentes respecto de la existencia de una denuncia divulgada por un medio de comunicación”.
No obstante, agregó el documento, en dicha instancia se informó que “no se le podían entregar dichos antecedentes al obispo, dado que se había decretado el secreto de la investigación por un plazo de 40 días”.
Por ello, la autoridad eclesiástica “desconoce el tenor de la denuncia y los supuestos hechos que la fundamentarían”.
No obstante, concluyó la declaración, “el obispo de Chillán reitera su disposición para colaborar con el Ministerio Público en todo lo necesario para la búsqueda de la verdad, en ésta y en cualquier otra investigación”.