Fue la Dirección de Obras Municipales (DOM) del municipio norteño la que determinó que la VI División de la institución castrense debe retirar en un lapso de 24 horas la protección instalada en el borde de la vereda del frontis de esa unidad militar.
“Nosotros estamos notificando al Ejército en la medida que acá hay un incumplimiento a la ordenanza general, al plan regulador y la ordenanzas locales que tienen que ver con la ocupación de espacio público porque parte de esta estructura está en el espacio público”, indicó entonces a Cooperativa el director de la repartición municipal, Héctor Varela.
Explicó que el cerco “no es un cierre, si no que una trinchera de guerra de un metro aproximadamente” que “aparte de no cumplir con la norma, es un riesgo público”, finalizó.
Respecto de esta situación, el comandante (s) de la Sexta División de Ejército, Christian Bolívar, explicó que “este cuartel militar ha sufrido diversos e injustificados ataques en el último tiempo, desde el año pasado, y nos ha obligado a tomar medidas para proteger a su personal y la instalación militar”.
No obstante, recalcó, “hemos intentado diversos métodos, los cuales no han dado el resultado esperado, y es por ello que ustedes ven hoy esta barrera pasiva que busca brindar protección”.