El exdiputado Óscar Guillermo Garretón renunció a su militancia en el Partido Socialista (PS), luego de que se conociera el escándalo por las elecciones al comité central del partido respecto a las votaciones que se realizaron en la comuna de San Ramón.
Según publica El Mercurio, Garretón, quien fue diputado por el MAPU durante el gobierno del Presidente Salvador Allende, decidió poner fin a su militancia al PS tras conocerse el escándalo de las elecciones del 26 de mayo pasado.
De hecho, durante la jornada que se realizaron los comicios, el actual empresario escribió una carta de 13 páginas que difundió al interior del partido, en la que señala que “la crisis de la política es ante todo de la fe en que la izquierda estaba con ellos, que era ‘pura y sincera’ y que sabía hacer las cosas”.
“Creer que la solución es tener empresas estatales, bancos y AFP estatales, hospitales construidos por funcionarios, escuelas dirigidas por funcionarios y un largo etcétera, solo conduce al imposible de intentar paralizar una sociedad cada vez más incontrolable”, añade el escrito.
Por último, Garretón asegura que el desafío del PS es “matar el orden establecido socialista para construirle un futuro al socialismo. El socialismo debe cambiar si quiere sobrevivir. Darle centralidad a nuestra opción por la sociedad, en vez de hacerlo por el Estado o por el mercado. En eso se juega el nodo de un reposicionamiento del PS”.
Garretón comenzó a militar en el PS en 1989, luego de militar por un año en el PPD, afiliación que empezó a ejercer tras volver del exilio en 1987. Además de diputado en el gobierno de Allende, Garretón fue presidente de Metro entre 1990 y 1993.
Según publica El Mercurio, Garretón, quien fue diputado por el MAPU durante el gobierno del Presidente Salvador Allende, decidió poner fin a su militancia al PS tras conocerse el escándalo de las elecciones del 26 de mayo pasado.
De hecho, durante la jornada que se realizaron los comicios, el actual empresario escribió una carta de 13 páginas que difundió al interior del partido, en la que señala que “la crisis de la política es ante todo de la fe en que la izquierda estaba con ellos, que era ‘pura y sincera’ y que sabía hacer las cosas”.
“Creer que la solución es tener empresas estatales, bancos y AFP estatales, hospitales construidos por funcionarios, escuelas dirigidas por funcionarios y un largo etcétera, solo conduce al imposible de intentar paralizar una sociedad cada vez más incontrolable”, añade el escrito.
Por último, Garretón asegura que el desafío del PS es “matar el orden establecido socialista para construirle un futuro al socialismo. El socialismo debe cambiar si quiere sobrevivir. Darle centralidad a nuestra opción por la sociedad, en vez de hacerlo por el Estado o por el mercado. En eso se juega el nodo de un reposicionamiento del PS”.
Garretón comenzó a militar en el PS en 1989, luego de militar por un año en el PPD, afiliación que empezó a ejercer tras volver del exilio en 1987. Además de diputado en el gobierno de Allende, Garretón fue presidente de Metro entre 1990 y 1993.