Además de criticar el actuar del PPD a la hora de conformar su apuesta con el PC y el PRSD, concejales de la Democracia Cristiana y el Partido Socialista definen su entendimiento como “clave” para la Nueva Mayoría. De paso, desdramatizan las diferencias públicas entre ambos partidos, recalcando que “una golondrina no hace verano”.
A nivel de concejales, el pacto suscrito oficialmente este lunes entre la Democracia Cristiana y el Partido Socialista de cara a las municipales del 2016 fue bien recibido. Al menos ese es el análisis que hacen los ediles de la DC por Ñuñoa, Jaime Castillo, y del Partido Socialista por Santiago, Ismael Calderón, al conversar con La Nación.
“Yo no veo a la Democracia Cristiana, en términos políticos y en términos electorales, suscribiendo un pacto con otros partidos integrantes de la Nueva Mayoría“, señala Castillo, respecto al compromiso de ir en lista única de concejales con la tienda que encabeza Isabel Allende.
Asegura que para el DC el acuerdo “es tremendamente clave”, mientras su colega del PS no duda en calificar al pacto como “importante para aglutinar fuerzas y seguir avanzando en los cambios”. “Estoy de acuerdo de poder pactar una vez más con el centro político que lo representa la Democracia Cristiana”, enfatiza.
DIFERENCIAS LEGÍTIMAS
Ambos, de paso, desdramatizan las diferencias surgidas en el último tiempo entre ambos partidos a raíz de las dudas planteadas desde la Falange con el programa de Gobierno de Michelle Bachelet.
Según Castillo, “es legítimo que haya diferencias, pero la inmensa mayoría de los democratacristianos ha planteado la conveniencia de mantener el pacto con el PS. Una golondrina no hace verano”.
A juicio del concejal socialista por Santiago, por su parte, si hay sectores de la DC que no quieren avanzar en el programa o cumplir con las reformas es un “problema de ellos” y tendrán que resolverlo.
Críticas al PPD
Otra coincidencia entre los concejales es la crítica hacia el Partido por la Democracia por la forma en que selló su acuerdo con el PC y el Partido Radical. Desde la Falange, Castillo señala que “para mí no es novedoso esto que se hagan acuerdos a espaldas nuestras, que no sean conocidos por otros partidos, y nos enteremos por los medios de comunicación”.
Calderón también tiene una visión crítica al respecto: “Ellos (el PPD) hacen público su acuerdo mucho antes de poder sellar el acuerdo de los otros pactos de la Nueva Mayoría, entonces al parecer no había ganas de suscribir ese acuerdo con las fuerzas más progresistas“.
Desacuerdos en el PS
Otro flanco abierto para el Partido Socialista son las críticas internas realizadas este martes por Michelle Peutat, la única dirigenta PS que en el Comité Central se opuso al entendimiento con la Falange.
Peutat aseguró a “El Mostrador” que “no se permitió una discusión a nivel de bases en los comunales”. Además, criticó el hecho de “hacer una alianza con un partido que sistemáticamente se ha opuesto a las reformas”.
A Ismael Calderón, la opinión de su correligionaria le parece “respetable”, pero “no por eso uno puede dejar de lado y tirar al vacío un acuerdo importante para la sociedad chilena entre la izquierda y el centro político”.
Sobre las críticas esgrimidas por Peutat a la forma en que el Comité Central del PS tomó la decisión, el concejal coincide en ciertos elementos, pero recalca que “los militantes de los partidos debemos ser más exigentes, golpear más la mesa. Y eso significa que nuestra voz sea más escuchada”. Sin perjuicio de lo anterior, la decisión tomada “es el camino correcto”, sentencia.
SECCIÓN: País
AUTOR: Samuel Romo
FUENTE: Thomas Salvo