La historia es parecida a la que se inmortalizó en la cinta Hachiko, que protagonizó Richard Gere en 2009, y que muestra cómo un can espera a su dueño fallecido en el mismo lugar dónde dejó de verlo, se repitió en Córdoba donde el animal ronda los pasillos del recinto donde su amo fue operado sin éxito.

Una nueva historia de amor y lealtad entre un hombre y su perro es la que se conoció en la provincia argentina de Córdoba, luego que se constara que Pirata, un can blanco y negro, lleva tres meses en las afueras del hospital San Antonio de Padua de la ciudad de Río Cuarto aguardando su dueño que falleció durante una cirugía.

En todo ese período el animal se ha negado a abandonar el lugar que merodea con frecuencia, incluso llegando hasta la sala donde su amo fue operado sin éxito y donde espera encontrarlo con vida ara volver a casa.

El personal del recinto asistencial intentó varias veces retirar a Pirata de las instalaciones, pero él vuelve una y otra vez, repitiendo la historia que se dio en el cementerio Carlos Paz de la misma provincia trasandina, donde Capitán hizo famoso por vivir más de ocho años arriba de la tumba de su dueño.

La película que refleja esa situación es Hachiko, protagonizada por Richard Gere en 2009, y que muestra cómo un perro espera a su fallecido amo en el mismo lugar dónde dejó de verlo y que se basa en un hecho real ocurrido en Japón.

El perro del mismo nombre nació en Odate en 1923 y que tras la muerte de su amo el doctor Hidesaburo Ueno en 1925, este volvía a la estación de Shibuya donde lo esperó día tras día hasta su fallecimiento en 1934. Esa muestra de amor del animal se tradujo en un homenaje con una estatua en recuerdo de “Hachi” en una de las entradas del terminal ferroviario.