El policía estadounidense acusado de asesinar a George Floyd, el hombre afroamericano de 46 años cuya muerte desató protestas en todo el país, debía comparecer en persona ante la justicia por primera vez este viernes.
Derek Chauvin, filmado el 25 de mayo presionando su rodilla en el cuello de Floyd tras ser detenido en una calle de Minneapolis, enfrenta un cargo por homicidio en tercer grado y otro por homicidio en segundo grado.
Otros tres oficiales de Minneapolis que estaban con Chauvin cuando Floyd fue arrestado fueron acusados de complicidad e incitación al homicidio en segundo grado. Los cuatro policías fueron despedidos un día después de la muerte de Floyd.
Los fiscales afirman que la muerte del hombre afroestadounidense, desarmado al momento de la detención, fue “cruel, brutal y deshumanizaste”. Floyd fue detenido por supuestamente pagar con un billete de 20 dólares falsificado en un comercio.
Se espera que la defensa de Chauvin argumente que Floyd estaba drogado en ese momento y murió de una sobredosis de fentanilo.
Los fiscales quieren probar que los cuatro policías actuaron juntos y que un juicio conjunto sería más eficiente y más adecuado para responder a la angustia de la familia Floyd.
Los abogados defensores quieren que los cuatro acusados sean juzgados por separado y piden cambiar el lugar del juicio.
Afuera del Centro de Justicia Familiar, en el centro de Minneapolis, aguardan la comparecencia del acusado varias docenas de manifestantes con carteles, cantos y una gran bandera que reza: “Black Lives Matter”.