Soledad Teixidó, presidenta ejecutiva de PROhumana, dijo en la ocasión que “buscamos terminar con la desarticulación e impulsar esta iniciativa para que permanezca en el tiempo y aumente el conocimiento en cuanto a las buenas práctica empresariales en temas de equidad de género”, explicó Soledad Teixidó, Presidenta Ejecutiva de PROhumana. Quien además aseguró que con la Alianza por el Género “lo que buscamos es cambiar el paradigma de la competencia por el de la colaboración”.
Las primeras empresas que se han comprometido con la Equidad de Género en Chile son: Bci, CAP S.A., Falabella, GNL Mejillones, L’Oréal Chile, Paris, Nestlé Chile, Scotiabank, Sura, Unilever Chile y Wom, las cuales se harán parte del Índice de Género, desarrollado por PROhumana, que espera seguir sus niveles de compromiso con nuevas empresas y organizaciones de la sociedad.
El Índice de Género es un instrumento de auto aplicación que tiene como propósito principal contar con indicadores cuantitativos que permitirán a empresas y otras organizaciones de la sociedad, medir su desempeño en políticas, programas y prácticas vinculadas a la equidad de género en la alta gerencia y directorios, así como abordar la brecha salarial entre hombres y mujeres.
El encuentro reunió a más de 200 personas y contó con un panel de conversación integrado por Claudia Pascual, ministra de la Mujer y la Equidad de Género; María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres en Chile; Hans Eben, gerente general de Unilever Chile; y Natalia Piergentili, subsecretaria de Economía y Empresas de Menor Tamaño.
Soledad Teixidó, presidenta ejecutiva de PROhumana, fue la encargada de moderar la conversación.
Durante su intervención Pascual se refirió al trabajo realizado por PROhumana en el Estudio “Sesgos Inconscientes que afectan la incorporación de la mujer en directorios y alta gerencia” (2016), destacando que “en el ámbito del liderazgo no hay aceptación de la diversidad y que las mujeres generamos ciertas desconfianza porque no tenemos las mismas racionalidades que los hombres”.
Asimismo, destacó que la importancia de incorporar mujeres en alta gerencia y directorios representa “una señal simbólica subjetiva que permite a otras mujeres decir yo también puedo y, por lo tanto, amplía los horizontes”.