Davor Mimica, fundador de la organización política, señaló que “este proyecto de ley expone a todos los chilenos a ser detenidos por Carabineros en cualquier momento”.
Con videos, memes y los hashtag #detenciónsinsospecha y #pasameelcarnet, Red Liberal inició una campaña digital para mostrar su rechazo al proyecto de ley que autoriza a las fuerzas de orden y seguridad realizar controles preventivos de identidad. El timonel de la organización política, Sacha Razmilic, señaló que este proyecto atenta contra conceptos adoptados en los países desarrollados, como el principio de legalidad y la presunción de inocencia.
El video de Red Liberal parte con un llamado a “no dejarse engañar” y plantea los “peligros” que tiene uno de los puntos de la agenda corta anti delincuencia, el control preventivo de identidad. El video protagonizado por Davor Mimica, fundador de Red Liberal, hace un llamado a tomar conciencia de que esta nueva atribución entregada a carabineros “es peor que la detención por sospecha, porque que no se necesita tener sospecha de nada para que una persona termine detenida. Será una detención sin sospecha”.
De la misma forma, en el video compartido a través de diferentes redes sociales se destaca las 3 principales razones de la gravedad del proyecto de ley, enfatizando que: “La gran mayoría de los expertos han asegurado que Carabineros ya tiene las facultades para encontrar personas con orden de detención pendiente”.
Además, “el control de identidad se basará en los prejuicios existentes en la sociedad, por lo que características como el tono de piel, etnia, tipo y calidad de la ropa, forma de hablar o sospecha de orientación sexual serán los principales argumentos a la hora de aplicar la nueva normativa”.
Finalmente se menciona que este proyecto de ley “expone a todos los chilenos a ser detenidos por Carabineros en cualquier momento y en cualquier lugar, no es una ley que mejora nuestra seguridad, sino que nos deja en un permanente estado de vulnerabilidad e inseguridad”.
SECCIÓN: País
AUTOR: Patricio Gutiérrez Villagrán
FUENTE: La Nación