No es una práctica nueva. Los candidatos suelen exagerar datos para argumentar sus posturas. Un ejemplo es lo que se hace con los índices de delincuencia o de pobreza. Esos son los casos más comunes y a la vez los más fáciles de rebatir al tener datos reales.
Sin embargo, la primera sensación es difícil de superar.
Millán Berzosa es el responsable para España y Portugal de Google News Lab y en entrevista con La Nación advirtió sobre la facilidad en que los datos duros pueden ser falseados y la responsabilidad que los medios deben tener para frenar esas estrategias.
“Sobre los candidatos, cosa que digan es algo que hay que poner en cuarentena, sobre todo en las campañas electorales, porque ahí tienden no a mentir, pero sí a exagerar y eso induce al error”, dijo Berzosa a La Nación.

Millán Berzosa es el responsable para España y Portugal de Google News Lab (Fabián Vargas / La Nación)
“Teniendo estándares de calidad, teniendo protocolos de actuación, limitamos el riesgo de hacerlo”.
“Ya ha ocurrido antes, pero hoy es spolieado por la tecnología. La propaganda, el discurso político es uno interesado, lo que hay que hacer es ver la hemeroteca, ver si lo que se dice es lo mismo que antes y revisar los datos oficiales. En un campaña se encontrarán con disparo de dardos de ambos lados”, cerró el experto.