En la noche del jueves, en la cárcel de Terre Haute de Indiana fue ejecutado un sujeto que estaba condenado a muerte por los delitos de secuestro, violación y asesinato.
Orlando Cordia Hall, un afroamericano de 49 años, recibió una inyección letal, según notificó la Agencia Federal de Prisiones.
Esta es la octava ejecución ordenada por el Gobierno de Donald Trump desde julio, a pesar de que legisladores demócratas habían reclamado que se suspendiera esta ejecución y otras dos que están programadas para diciembre.
Cordia Hall fue acusado y condenado por el secuestro, violación y asesinato de Lisa Rene, niña de 16 años, en 1994. El ejecutado formaba parte de una banda de traficantes en Arkansas.
En el juicio realizado en 1995 también fue condenado a muerte Bruce Webster, aunque su sentencia fue anulada el año pasado al ser considerado discapacitado intelectual, una decisión que todavía no es firme. Otros tres miembros de la banda recibieron penas menores.
La familia de la menor entregó un comunicado el jueves, en donde manifestó sentir alivio “al final de un largo y doloroso capítulo”. “Poner fin a este doloroso proceso es un objetivo importante para nuestra familia. Este es el único final legal posible. Pero la ejecución de Orlando Hall nunca detendrá el sufrimiento que seguimos soportando”, agregó.
