El ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, se refirió este jueves al anuncio realizado por el Presidente Boric para la construcción del proyecto del tren Santiago-Valparaíso.

En declaraciones a 24 Horas, el secretario de Estado indicó que “este es un proyecto mucho más desafiante que poder unir, por ejemplo, Santiago con Rancagua. Es parte del desafío que nos ha puesto el Presidente, el poder avanzar en un proyecto que es tan anhelado por todos los que vivimos en esta gran zona”.

El titular de Transportes explicó que hay dos proyectos propuestos por privados que están siendo analizados por el Ministerio de Obras Públicas y que “hay que calcularles la demanda que van a poder capturar y poder estimar los costos, porque son proyectos que tienen trazados distintos”.

Subrayó que “cualquiera sea el proyecto que avancemos, sea uno que nos dé garantía de que la demanda que va a poder captar sea atractiva. Nadie quiere construir un tren que no se use. Lo que queremos es poder tener un tren que cumpla con dar buena conectividad y que permita atraer viajes desde los automóviles especialmente, para poder ir también descongestionando la zona”.

Respecto a los plazos, Muñoz dijo que durante este 2022 “nos hemos propuesto tratar de definir cuál debiese ser el trazado de un proyecto como este. Hay alternativas y trayectos que exigen más o menos obras civiles de gran envergadura”.

Después, “hay que definir en un par de años cuáles son las ingenierías que habría que llevar adelante. Eso toma tiempo de poder hacerlo bien, para después poder hacer una licitación que permita atraer a empresas que pudiesen entrar a construir. Esa última etapa ojalá la pudiésemos tener, por ejemplo, para fines de este período”.

El ministro señaló que también hay que definir “cuál podría ser el valor del pasaje de un tren como este y cómo se compararía con el de un bus. Por ejemplo, si fuese el doble o más del pasaje de bus, eso haría que poca gente optase por él. Por lo tanto, tenemos que incorporar algunos elementos que también son relevantes (…) Debiéramos estar dispuestos a generar algún subsidio para que las personas opten por el modo de transporte que genera menos externalidades al resto de la sociedad”.