El presidente islamista Recep Tayyip Erdogan consideró a los firmantes de una carta abierta como “traidores” y “colonialistas” por haber demandado la presencia de observadores internacionales en la zona kurda.
Estados Unidos denunció este viernes lo que percibe como una “tendencia preocupante” de falta de libertad de expresión en Turquía, después de que la Policía turca detuviera al menos a 18 académicos por denunciar en un manifiesto supuestas masacres del Ejército en ciudades kurdas.
“Hemos visto informes de académicos turcos investigados y detenidos por expresar sus opiniones sobre el conflicto en el sureste de Turquía”, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria.
“Vemos esta acción como parte de una tendencia preocupante en Turquía, en la cual las agencias oficiales, las fuerzas de seguridad y las autoridades judiciales se están utilizando para desalentar los discursos políticos legítimos”, añadió el portavoz.
Más de 1.300 académicos de universidades de Turquía y del extranjero, incluido el estadounidense Noam Chomsky y el filósofo esloveno Slavoj Zizek, firmaron un documento que denuncia masacres del Ejército en las operaciones contra el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de Turquía, de mayoría kurda.
La Policía llevó a cabo este viernes una redada en casa de una veintena de docentes universitarios en la provincia de Kocaeli, en el este del país, donde detuvo a 15 de ellos; mientras que otros tres profesores fueron detenidos en la provincia de Bursa, situada en el noroeste.
La fiscalía ha abierto investigaciones contra unos 130 académicos y las universidades también han comenzado procedimientos internos contra los firmantes del manifiesto, acusados de “incitación al odio” y de difundir “propaganda terrorista”.
El embajador estadounidense en Turquía, John Bass, también condenó las detenciones en un comunicado, en el que afirmó que “las expresiones de preocupación sobre la violencia no equivalen al apoyo al terrorismo”.
“Criticar al Gobierno no equivale a una traición. La democracia turca es lo suficientemente fuerte y resistente como para aceptar una libre expresión de ideas incómodas”, sostuvo Bass.
No obstante, el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, consideró este viernes a los firmantes “traidores” y “colonialistas” por haber demandado la presencia de observadores internacionales, además de culparles de ser “la quinta columna de potencias extranjeras que buscan socavar la seguridad nacional de Turquía”.
El primer ministro turco, el también islamista Ahmet Davutoglu, dijo que la declaración firmada por los académicos no puede justificarse con la libertad de expresión.
“Toda persona tiene derecho a defender una idea, pero no puede justificar el terrorismo y el odio dentro del contexto de la libertad de expresión”, sostuvo Davutoglu ante la prensa.
SECCIÓN: Mundo
AUTOR: César Morales
FUENTE: EFE