Este jueves 9 de noviembre en el Campus Sur de la Facultad de Medicina, vinculado al Hospital Barros Luco Trudeau, la Faultad de Medicina de la U. de Chile inaugurará una cámara hiperbárica, instrumento con el que se atenderá a pacientes del servicio público y privado, que servirá para la formación de especialistas y realizar investigación.
La medicina hiperbárica consiste en suministrar oxígeno al 100% dentro de un ambiente presurizado. El hermetismo de la cámara permite subir la presión atmosférica normal, de manera que llegue oxígeno a lugares donde normalmente no lo hace, estimulando las funciones vitales de las células como defender, limpiar y reparar, ayudando así a regenerar tejidos dañados.
Pacientes intoxicados con monóxido de carbono, pero también aquellos que requieran la regeneración de vasos capilares, hueso y piel, como las lesiones del pie diabético, pueden ser tratados por esta herramienta.
Se indica para afecciones como la gangrena gaseosa, lesiones por aplastamiento, insuficiencias arteriales, anemias severas, y daño por quemaduras térmicas agudas, entre otras patologías.
Esta es una de las pocas cámaras hiperbáricas con las que cuenta el servicio público de salud en Chile (existe una en el Hospital de Ancud en Chiloé y una en el Hospital del Trabajador), y dada la alta cantidad de patologías en que puede ser un aporte, su presencia para los usuarios de la red es de gran relevancia.
El doctor Nelson Navarrete, director de la Unidad de Medicina Hiperbárica de la Facultad de Medicina, enfatizó que “no hay ejemplos en el mundo en que una cámara hiperbárica esté instalada en dependencias de un hospital público y, al mismo tiempo, al alero de una universidad; es una alianza estratégica inédita que va a dar frutos muy interesantes. No es un experimento, son tratamientos con resultados documentados, aprobados por la FDA, por lo tanto de aplicabilidad inmediata”.
Historia de una donación
La cámara hiperbárica que Osorio y Hermanos donará a la Facultad de Medicina tiene un costo cercano a los 500 mil dólares. Carlos, uno de los cuatro hermanos Osorio, señaló que su acercamiento con la medicina hiperbárica nació durante los años ’90 por la necesidad de curar a su madre, afectada por un pie diabético. Buscando posibles soluciones supieron del tratamiento por oxigenoterapia aplicado en otros países.
Dueños de una empresa metalmecánica de la Quinta Región, dedicada a fabricar insumos para la minería, estudiaron el tema y se abocaron a la construcción de una cámara que sanara a su madre, donada a un recinto médico de Quillota. Desde entonces han viajado a China, Europa y Brasil, perfeccionándose en la elaboración de este equipamiento, el cual han seguido fabricando para distintos recintos médicos de nuestro país.
Luego, la intención de donar una cámara hiperbárica a la Universidad de Chile fue una idea que empezó a rondarles hace años, pues no sólo permitiría su acceso a pacientes del sector público sino que, además, aportaría en la formación de especialistas en el tema. “Creemos que este va a ser un gran avance para la medicina hiperbárica, lo cual ha sido nuestro sueño como familia y como empresa”, señaló Carlos Osorio.
La inauguración de la nueva cámara hiperbárica de la Facultad de Medicina se realizará el jueves 9 de noviembre.