Un reglamento estudiantil que asegure los derechos de los estudiantes transgénero y los mecanismos que permitan su reconocimiento formal de identidad de género, es la nueva tarea en la que se embarca la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC) luego de que el Consejo Superior Universitario aprobara la solicitud sobre este asunto presentada por la Facultad de Artes.
La normativa que se pondrá en marcha este año, se enmarca en la circular Nº 0768 sobre “Derechos de niños, niñas y estudiantes trans en el ámbito de la educación” de la Superintendencia de Educación, en la que se asegura tanto el acceso y trayectoria educativa de los alumnos “creando espacios educativos seguros y respetuosos de su dignidad”.
Pablo Venegas, rector de la UAHC, agregó que la modificación del reglamento también materializará los principios centrales de nuestra casa de estudios sobre diversidad. “La idea es iniciar cambios reglamentarios para la inclusión en plenitud de derechos de todos nuestros y nuestras estudiantes, independientemente de su orientación sexual, además de ir explicitando esto en la normativa y las relaciones sociales que establecemos”, señaló acerca de otras prácticas como la reciente creación de la Secretaría de Género.
A su vez, el decano de la Facultad de Artes, Marcelo Nilo, impulsor del proyecto, reiteró que este tipo de acciones inclusivas son parte de la cotidianidad de la universidad, que se suman a la mencionada Secretaría de Género, la cátedra de DD.HH., Género y Cultura; y los numerosos colectivos de estudiantes que realizan conversatorios sobre estas temáticas. “Sólo faltaba formalizar estas prácticas. Actualmente, los profesores, por ejemplo, ocupan el nombre social del alumno según sea el caso, al pasar la lista o en otras actividades. Son acciones de hecho que requerían una normativa”, manifestó.
Destacó el hecho de que su solicitud a favor de los derechos de las personas trans se haya debatido con rapidez al igual que su respuesta afirmativa y lamenta que esto no ocurra a nivel parlamentario o en otras dimensiones sociales. “No esperábamos nada menos tampoco. Estamos contentos porque dimos un paso mínimo de muchos que hay que dar”, reconoció.
SECRETARÍA DE GÉNERO VALORÓ LA ACCIÓN
El siguiente paso es redactar el articulado con las instrucciones que se consulten con la entidad triestamental y establecer mecanismos concretos para hacer operativa esta norma. Desde la Secretaría de Género, su directora, la psicóloga Gabriela González, recibió con optimismo la noticia. “Llevamos 3 reuniones de trabajo donde estamos abordando lo que significa una Secretaría de Género. Hasta ahora hemos detectado varios elementos a nivel reglamentario que invisibilizan las diferencias de género y que son importantes de evaluar”, dijo ante la expectativa. También valoró el precedente que abre esta integración del alumnado transgénero al reglamento universitario que obtuvo aprobación por mayoría del Consejo Superior Universitario.
“Es un avance muy importante, una iniciativa específica y acotada a lo que el Ministerio de Educación emitió como Decreto de Ley para los establecimientos de educación. Desde la Secretaría de Género nos abre a la posibilidad de pensar todos los reglamentos académicos en perspectiva de género. Mientras, seguimos levantando información para hacer un consolidado para mirar nuestra institución desde el género en los distintos espacios: a nivel de funcionarios, académicos, estudiantes y todas las brechas”, anticipó.
La abogada de la organización a favor de los derechos de género OTD, Constanza Valdés, cree que la garantía de un entorno académico de protección y respeto a la identidad de género de los estudiantes trans beneficia el desarrollo pleno de la actividad educativa. “Antiguamente, en el ámbito de los colegios, muchas personas desertaban de la educación por el constante bullying que recibían. Esta misma situación se puede dar en el ámbito de la educación superior en el caso de personas trans que puedan acceder a ésta”, señaló.
En ese sentido agregó que el debate que se vive dentro de las universidades sobre la cuestión de género no sólo es positivo, sino un precedente que puede servir de modelo a un debate estatal más amplio sobre los ciudadanos trans. “Sin duda se ha avanzado mucho más lento que las distintas normativas internas que se han dictado para el reconocimiento de la identidad de género de estudiantes trans tanto en educación básica y media como superior. Sin embargo, hay que recordar que estas normativas solo son de carácter interno y no solucionan el fondo del asunto, que es reconocer el derecho a la identidad de género a un nivel registral, de salud y de garantizar la igualdad y no discriminación”, afirmó.