“Otros 14 países aplicaron cierres localizados. Si estos países ordenasen también el cierre a escala nacional, otros 540 millones de estudiantes se verían afectados”, explicó la directora de la Organización de la ONU para la Cultura, la Ciencia y la Educación en la videoconferencia, a la que asisten representantes de 72 naciones, incluidos 27 ministros.
Según Azoulay, es “la primera vez que la educación se ve tan alterada a nivel mundial”. Expresó además su temor de que sean los niños de las clases más desfavorecidas quienes se vean más impactados.
Esta crisis requiere “respuestas urgentes”, y a la vez plantea nuevas oportunidades para probar la enseñanza a distancia y “poner la tecnología al servicio del aprendizaje”, dijo.
La Unesco es partidaria de que los profesores utilicen aplicaciones y plataformas educativas gratuitas para seguir enseñando a los alumnos.