El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, explicó que los resultados de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), que muestran una baja aprobación del Presidente Piñera, va a significar que el Mandatario “va a estar gobernando en el vacío”.

El jueves se reveló el Estudio Nacional de Opinión Pública del CEP, el cual mostró un aumento que la aprobación del Presidente Sebastián Piñera, que llegó al 9% de los encuestados, lo que significan que son 3 puntos porcentuales más que en 2019.

Lo anterior, en detalle, señala que un 74% desaprueba la gestión del Mandatario y un 15% no aprueba ni desaprueba.

Según explicó Moreno a Radio Cooperativa, esta situación del Ejecutivo va a derivar en que “de aquí en adelante los próximos 10 meses que quedan de mandato, el Presidente va a estar gobernando en el vacío, no va a tener apoyo de su coalición, eso es lo que muestra el estudio”.

“No va a tener apoyo de las instituciones -el Congreso, la Contraloría General de la República, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional- y, evidentemente, ni siquiera el apoyo de su propio sector, que aparece como el peor fantasma para la derecha, porque eso podría eventualmente -y ese es el temor que hay- que este rechazo al Presidente se convierta en un castigo en las próximas elecciones”, afirmó.

En el marco de las elecciones del próximo 15 y 16 de mayo, el experto afirma que el sector político de derecha “se está sintiendo amenazado” ya que “los partidos políticos de la derecha pueden percibir esto (la baja aprobación del Presidente) como un voto de castigo, un plebiscito de Sebastián Piñera: los que están a favor y en contra”.

Esto va a derivar en que “van a movilizar a sus electores para ir a votar porque entienden que hay más cosas que defender, intereses que hay que resguardar y por eso vamos a tener una mayor movilización en ese sector”, sostuvo.

Moreno afirmó que las próximas elecciones “debiéramos tener una participación más bien cercana al 50%, no es una súper participación, no es una revolución participatoria, pero evidentemente podría -especialmente en la elección de los convencionales- movilizar mucho más a determinados grupos”.