Como un caso que “da cuenta de una violencia inusitada” definió el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, el delito de secuestro de dos personas, y el homicidio de una de ellas, registrado en Collipulli a inicios de junio, hecho que ya está siendo investigado y que tiene a los 12 principales sospechosos por su vinculación en prisión preventiva.

Al respecto, la autoridad sostuvo que son “personas que, con la excusa de una búsqueda al parecer de armas, de droga, de algún elemento, creen que pueden matar, secuestrar, torturar impunemente. Creo que en esto la prudencia es una buena consejera, esperemos que la investigación avance, el Ministerio Público tiene todas sus capacidades dispuestas, al igual que la PDI, con el apoyo de Carabineros, y están todas las fuerzas del Estado puestas a disposición de la Fiscalía para que logre esclarecer qué es lo que ocurrió”.

“En nuestro país no puede ocurrir que una persona crea que puede secuestrar a otro ciudadano, puede torturarlo y puede matarlo, y pretender ocultar el impacto de sus delitos intentando escapar de la justicia (…) Esperamos poder determinar de cada una de las personas en un delito tan grave como este”, añadió.

Consultado por avances en la investigación, Galli aclaró que como Gobierno y querellante en el caso no puede referirse a ello, ya que le corresponde a la Fiscalía esa tarea, aunque sí comentó que “en ese lugar han ocurrido, con anterioridad, hechos de violencia que ha más importante y relevante el total esclarecimiento de este caso”.

“Fue en ese mismo camino donde mataron a Pedro Cabrera, fue en ese mismo camino donde hicieron las barridas, incluso algunos de los detenidos coinciden, que después, al retirarse las Fuerzas de Control de Orden Público de Carabineros, fue el sargento Benavides quien recibió un disparo artero que le causó la muerte”, añadió.

Asimismo, recordó el asesinato del werkén Alejandro Treuquil a mediados del año pasado, por lo que detalló que “es muy relevante que la Fiscalía actúe con la mayor fuerza, por eso están dispuestas todas las capacidades y todo nuestro apoyo para poder esclarecer y determinar las responsabilidades de quienes serían los involucrados en este caso”.

Finalmente, consultado sobre un mea culpa del Gobierno por la violenta situación que se vive en La Araucanía, Galli planteó que “yo no vincularía una cosa con la otra. Lo que estamos viendo en Collipulli es un delito gravísimo, de secuestro, de torturas, delito de secuestro con homicidio, donde no solo se mató a una persona, sino que además se intentó ocultar el cuerpo a través de mecanismos que son especialmente violentos”.

“La única, quizás, vinculación que yo haría con lo que ocurre el Macrozona Sur, es que cuando se deslegitima el actuar del Estado, hay algunos que creen que pueden cometer este tipo de delitos con este nivel de violencia, y creen que pueden hacerlo impunemente, pero en este caso, igual que en otros, hay que ser muy claros: la justicia va a actuar, las personas van a ser detenidas y van a ser puestas a disposición de la justicia. La justicia tendrá que determinar sus responsabilidades”, cerró.