El viernes 1 de agosto comenzó a regir una normativa establecida por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la cual impone nuevas exigencias de seguridad y autenticación para operaciones electrónicas. El cambio más significativo fue la eliminación de las tarjetas de coordenadas.
Durante los últimos días han surgido diversas críticas desde distintos sectores, señalando que la medida genera dificultades para la población adulta mayor, un grupo que no siempre maneja con soltura las herramientas digitales.
“ATENTA CONTRA MILES DE ADULTOS MAYORES”
Los diputados UDI Cristhian Moreira y Marlene Pérez advirtieron, a través de una declaración pública, que esta normativa “atenta gravemente contra miles de adultos mayores que no están familiarizados con la tecnología y que dependían de sistemas más cómodos para realizar transacciones, como las tarjetas de coordenadas”.
“La resolución de la CMF está obligando a todos los adultos mayores de nuestro país que utilizan el sistema financiero a depender, independiente de su edad, de un dispositivo tecnológico si es que pretenden seguir realizando transacciones de manera segura. Es decir, las personas que estaban acostumbradas a un sistema físico, mucho más tradicional, hoy deberán cambiar a un método exclusivamente digital, que a muchos de ellos no les resulta cómodo y que además les terminará generando una barrera de exclusión inevitable”, alertaron, recogió Radio Cooperativa.
Los parlamentarios aseguraron que, una vez más, los adultos mayores han sido desatendidos por las autoridades, ya que “es evidente que muchos de ellos no podrán adaptarse a este nuevo sistema”, el cual “por cierto, afectará en mayor medida a quienes son de escasos recursos”.
Ante este escenario, anunciaron que enviarán un oficio al Sernac, solicitando que el organismo intervenga para recomendar a los bancos “seguir ofreciendo un método tradicional e inclusivo, como las tarjetas de coordenadas, pero con estándares que más seguros, para así garantizar a las personas de la tercera edad que podrán seguir realizando sus transacciones y no se expondrán a posibles fraudes”.
“COARTA SU AUTONOMÍA”
Una postura similar planteó Eduardo Toro, director ejecutivo de Conecta Mayor UC, en una Fin de las tarjetas de coordenadas: Alertan “barrera de exclusión” para adultos mayorescarta publicada en El Mercurio. La organización, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica, trabaja por “la integración social, la autonomía, la dignidad y el legado de las personas mayores de Chile, a través de la inclusión digital y de un cambio cultural en torno a la vejez”.
“Hemos recibido decenas de comentarios negativos de personas mayores (…) respecto a la nueva normativa de la CMF que elimina las tarjetas de coordenadas de los bancos. El objetivo es comprensible: son instrumentos obsoletos frente a fraudes, por lo que se obliga a la implementación de mecanismos de Autenticación Reforzada de Cliente (…) Sin embargo, una vez más el sistema se olvida de las personas mayores y la inclusión digital queda en los discursos, pero no en la práctica”, señaló Toro.
Según Conecta Mayor, la nueva exigencia representa un sistema bancario excluyente para las personas mayores, “coartando su autonomía (…) Debemos interiorizar que cualquier avance no será tal si dejamos atrás a las personas mayores”, enfatizó.
SERNAC SUGIRIÓ “CAMPAÑAS DE EDUCACIÓN”
El Servicio Nacional del Consumidor, por su parte, entregó algunas recomendaciones en este contexto, remarcando que “será fundamental para los proveedores apoyar este proceso con campañas de educación y la entrega de información permanente de forma clara, veraz y oportuna”.
El organismo indicó que las personas consumidoras tienen derecho a atención sin discriminación, y que deben “exigir canales de atención inclusivos si tiene dificultades tecnológicas”.
Sernac subrayó que esta decisión de la CMF se enmarca en la Agenda Antifraudes, aunque admitió que “implica una transición tecnológica importante para los usuarios del sistema financiero y podría impactar en las personas mayores, quienes, como grupo de consumidores hipervulnerables, podrían enfrentar dificultades en el acceso y la adaptación a los nuevos medios de verificación electrónica debido a la brecha digital que pudieran experimentar”.
En efecto, existe el riesgo de exclusión para quienes no poseen smartphones o acceso a internet, si no se les ofrecen alternativas para operar de forma segura.
El organismo advirtió además que aún hay usuarios que no han sido informados adecuadamente sobre este cambio, y que “en zonas con mala conectividad o ante problemas en aplicaciones bancarias, las y los consumidores pueden quedarse sin posibilidad de operar”.
“Será muy importante atender con estrategias diferenciadas a aquellos segmentos de consumidores que puedan manifestar mayor cantidad de problemas para incorporar estos mecanismos en el uso de los productos financieros”, enfatizó Sernac.
CMF RESPONDE A LAS CRÍTICAS
Daniel García, director general de Supervisión de Conducta de Mercado de la CMF, defendió la nueva normativa en una declaración publicada por Emol, afirmando que los cambios “sitúan a Chile en línea con los estándares internacionales vigentes sobre la materia y permiten prevenir de mejor manera los fraudes”.
Aunque no se refirió directamente al impacto en los adultos mayores, García señaló que la CMF está observando el comportamiento de las instituciones financieras, con el fin de asegurar que “implementen todas las medidas necesarias para garantizar a sus clientes y usuarios el acceso permanente y continuo a sus productos y servicios financieros”, y también “cómo las entidades han informado la implementación de estos cambios a sus clientes, de manera que las personas puedan seguir utilizándolos de manera segura y confiable”.