“La decisión refleja el deterioro de la situación en Venezuela, además que la presencia del personal diplomático estadounidense en la embajada se ha vuelto una limitación para la política de Estados Unidos”, tuiteó el jefe de la diplomacia estadounidense.
El 23 de enero el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, país que reconoció ese mismo día al líder de la opsoción, Juan Guaidó, como presidente interino, y ordenó la salida del país de todos los funcionarios diplomáticos de Donald Trump.
Entonces, Washington desafió la legitimidad del presidente venezolana negándose a obedecer, pero al día siguiente el Departamento de Estado ordenó el retorno de todos sus trabajadores gubernamentales “no esenciales” destinados a Venezuela y de los familiares de los diplomáticos.
También, aconsejó a los ciudadanos estadounidenses que salieran del país petrolero.
La oposición venezolana convocó para este martes nuevas manifestaciones en el quinto día de un gigantesco apagón que ha paralizado el país, haciendo más profunda la crisis alimentaria y sanitaria que ya tiene varias víctimas.