El ministro de Justicia, Luis Cordero, advirtió que no hay “una prueba concluyente” respecto a la muerte del poeta Pablo Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973.
El secretario de Estado abordó el tema durante una Tribuna EFE-Casa de América que se desarrolló en Madrid, España, refiriéndose al informe provisorio entregado el pasado 15 de marzo a la ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, que cuenta con peritajes encargados a Dinamarca y Canadá “en torno a un eventual envenenamiento del poeta”.
Si bien el certificado de defunción -emitido en dictadura- indica que la causa del deceso fue catequexia, en 2017 se ordenó la exhumación. El sobrino del escritor, Rodolfo Reyes, aseguró que en el cadáver fue hallada una gran cantidad de “clostridium botulinum”, bacteria que puede provocar botulismo.
En ese marco, Cordero explicó que frente al nuevo informe se está desarrollando “una gran discusión sobre si efectivamente tenía conclusiones”, remarcando que “la conclusión divulgada hasta ahora es que no hay prueba concluyente sobre la muerte de Neruda”.
Además, subrayó que “el Gobierno no es solo interesado sino que es querellante en esa causa, y el pago de los peritajes se realiza con fondos del Estado”, agregó.
El ministro remarcó que “el detalle del peritaje está en manos de la ministra Plaza, otra gran jueza a cargo de investigaciones de Derechos Humanos. Está en etapa de evaluación”.
Luego advirtió que “dadas las características de ese delito, en el momento en el que ocurrió, se está aplicando la ley de enjuiciamiento criminal antigua que permite tener a un juez de instrucción”.