Una nave espacial privada despegó este jueves del Centro Espacial Kennedy con el objetivo de llegar a la Luna. La empresa Intuitive Machines, a cargo de la misión IM-1, busca convertirse en la primera entidad no gubernamental en realizar un alunizaje en el satélite natural y desplegar el primer robot estadounidense desde las misiones Apollo.

Nova-C, nombre del módulo de aterrizaje (también llamado Odysseus), despegó a las 01:06 horas locales al interior de un cohete Falcon 9 de Space X, empresa de fabricación aeroespacial liderada por el magnate Elon Musk. De acuerdo con Emol, la misión debía despegar el miércoles, pero debió ser pospuesta luego de que se detectaran temperaturas anormales.

Pese al retraso sufrido, se prevé que la aeronave llegue a la superficie lunar el próximo 22 de febrero, alunizando en Malapert A, un cráter de impcato situado a 300 kilómetros del polo sur lunar.

El vicepresidente de sistemas especiales de Intuitive Machines, Trent Martin, señaló a medios locales que la “oportunidad de que Estados Unidos volviera a la Luna por primera vez desde 1972 es una proeza de la ingeniería que requiere un verdadero deseo de explorar”.

La entidad pretende establecer una presencia de largo plazo en la Luna; recoger hielo para obtener agua potable y combustible para cohetes bajo el marco de su programa Artemis, indicó el medio citado.

La NASA habría desembolsado 118 millones de dólares para poner en órbita a equipos de científicos con el objetivo de comprender de mejor manera los riesgos medioambientales para los astronautas y cómo mitigarlos. La nave también incluyó un archivo digital del conocimiento humano y 125 esculturas pequeñas de la Luna del artista Jeff Koons.

De esta manera, se espera que las cargas del Odysseus funcionen por siete días antes del inicio de la noche lunar en el polo sur. Tras ello, quedará inoperable.